Un malabarista sin límites

X.R. CASTRO VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

Denis se marcha al City tras una increíble progresión desde los siete años

23 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Nació para el fútbol a los siete años en la escuela de O Porriño, llegó al Celta acabada su etapa alevín de la mano de Toni Otero y ahora hace las maletas camino de Manchester. Denis Suárez vino al mundo el día de Reyes del año 1994 y desde entonces no ha parado de coleccionar regalos y de crecer como futbolista. Siempre ha sido un adelantado y en el City intentará que el equipo reserva tan solo sea una estación de paso. Calidad, talento y sacrifico no le faltan. Necesita mejorar en lo físico y en actitud defensiva. Un defecto que desde hace tiempo viene subsanando.

Inicios

Destacaba a primera vista

Toni Otero y David de Dios, más tarde dos hombres fundamentales en la trayectoria deportiva, lo conocieron en O Porriño. «Comenzó jugando en benjamines pero enseguida comenzó a jugar siempre una categoría por delante de su edad. Era tan bueno que llevaba un año de adelanto», apunta el hoy responsable de la prolífica cantera celeste. Con 16 años ya debutó en el Celta B en la temporada 09/10.

Primera demarcación

«Jugaba en donde hacía falta, lo pusieron hasta de lateral derecho»

David de Dios recuerda que en sus primeros años en O Porriño era el chico para todo. «En donde hubiera una vacante o una necesidad ponían a Denis. Comenzó jugando de lateral derecho y también cumplía». No obstante, enseguida su vocación natural fue mirar hacia adelante.

Principal cualidad

Un torrente de calidad con gran visión de juego

Milo Abelleira, el entrenador del Celta B, lo ha tenido el último año. «Tiene una gran visión de juego, un gran control orientado y mucha calidad, y con eso se puede triunfar en cualquier sitio», apunta el pontevedrés. De Dios, que lo entrenó en el juvenil B, lo tilda de «malabarista». «Es un niño con mucho talento que además quiere ser futbolista», remarca Otero.

Posición

Un mediapunta con capacidad de adaptación

Para el técnico juvenil, su sitio natural es jugar como mediapunta para enlanzar en ataque. «Es como Mostovoi, lo suyo es jugar en donde puede hacer más daño con el balón en los pies, pero también puede rendir de mediocentro», un puesto en donde puede jugar perfectamente para Milo Abelleira: «Lo veo jugando en tres demarcaciones, como mediocentro, en la media punta e incluso de delantero. Con nosotros también ha jugado algo ahí».

A mejorar

La aportación defensiva y la fortaleza mental

Aunque ya ha progresado en funciones de recuperación todavía tiene que ir a más. «Ha ido a más, porque al principio le costaba, pero aún puede mejorar», comenta David de Dios, mientras que Milo apunta a la fuerza física. «Ha ido cogiendo cuerpo y físico, pero es un aspecto que debe mejorar, en especial si tenemos en cuenta que se marcha al fútbol inglés». Piensa que entrenar con el primer equipo le ha beneficiado mucho, ya que ha podido ver en primera persona el fútbol profesional con solo 17 años.