Aestas alturas del campeonato de Liga se percibe que al Celta le están surgiendo algunas dudas. La presión de no conseguir victorias y de encontrarse entre los equipos de la zona baja comienza a pesar. Lo cierto es que queda mucho campeonato por delante, pero la situación comienza a ser preocupante.
De un tiempo para aquí se ha visto que el Celta ha intentando ser más sólido y compacto, y en esa búsqueda el equipo ha perdido cierta fluidez. Está claro que el Celta es un buen equipo con el balón, pero los tiempos de vivir amparados solo en el buen juego ya se ha acabado. Ese intento de ser más compacto y sólido se ha traducido en que el equipo celeste sufre menos ocasiones de gol, pero en contrapartida también se ha perdido viveza en ataque. Es necesario buscar el equilibrio, y no es sencillo.
Hasta ahora el Celta tenía una especie de «Iagodependencia» hacia el gol ya no solo porque era el que marcaba, sino porque Aspas se encargaba de generar también las ocasiones. Lo que sucede es que ahora ya no es la sorpresa. Los adversarios le conocen y arman sus equipos de forma que no se encuentre cómodo. De esa manera el Celta acaba resintiéndose. Si Iago no está cómodo, el Celta lo echa en falta. Lo mismo que sucedió el pasado fin de semana con Krohn-Dehli.
Con el mercado de invierno cerrado, ahora el Celta ya conoce las armas que tendrá para luchar por la permanencia. Orellana ha llegado impactando en la afición, pero no creo que sea la solución. Necesitábamos una referencia arriba que no ha llegado. De los fichajes de enero dos son hombres de banda izquierda, Pranjic y Orellana, que se suman así a Krohn-Dehli en el costado zurdo. Hemos masificado una posición, por lo que tocará buscar variantes.
Yo soy de los que cree en los buenos jugadores, no en las posiciones, por eso sé que jugar a banda cambiada es una alternativa. Creo que es una buena opción cuando el equipo pretende hacer diagonales, no cuando tu intención es subir y centrar. Todo dependerá de lo que el Celta pretenda hacer. Si juegas a banda cambiada tienes que hacer un juego de más apoyo y combinativo, pero es una solución. Será una decisión de Paco Herrera y su equipo. Lo mismo que el papel de mantener motivados a todos los futbolistas.