El entrenador no quiere que el Celta mantenga una alineación tipo
28 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Tras dos días de descanso, el Celta regresó al trabajo con una sesión de aproximadamente dos horas en las que el cuerpo técnico que encabeza Abel Resino exigió intensidad a sus jugadores. No ha tenido apenas tiempo para conocerlos a fondo y detectar dónde pueden ofrecerle su mejor versión, pero se ha propuesto que todos estén en óptimas condiciones para saltar al terreno de juego. Reniega de los once tipo. «No quiero hacer una alineación tipo porque si la hay es que o somos muy buenos, o algo no funciona», confiesa.
El nuevo cuerpo técnico del Celta no tiene tiempo para probaturas, pero su aspiración es que toda la plantilla esté a pleno rendimiento e integrada en todas las dinámicas para, en un momento dado, mover piezas sin que el puzle se resienta. Lo que ocurrió el pasado domingo ante el Granada es lo que Abel quiere tener controlado. En la segunda mitad Vadim Demidov pidió el cambio y Jonathan Vila entró para sustituirlo. A pesar de que a priori él y Cabral jugaron en los puestos cambiados, el centro de la defensa no acusó la ausencia del noruego.
Ayer mismo, durante las casi dos horas de entrenamiento, Abel probó con distintas defensas, intercambiando a los cuatro centrales. El caso de la defensa quizás sea el más sintomático puesto que las lesiones y sanciones han ido alternando semana tras semana la pareja titular.
Mayor competitividad
La directriz que Abel Resino ha trasladado a toda la plantilla es que en cualquier momento cualquier jugador puede entrar en el once. Es una de sus máximas. «Quiero crear esa dinámica porque si no la creas es difícil conseguir el objetivo», entiende. «Todo el mundo tiene que saber, sobre todo en su puesto, lo que tiene que hacer cada uno. Quiero que se complementen todos, un central con otro central, los laterales, los mediocentros...». Y todo para que se genere una sana competencia que redunde en mayor competitividad. «Hay que provocar que haya mucha competencia entre ellos para que el nivel suba. Así estarán más implicados, necesitarán hacer más esfuerzo para ganarse el puesto y eso es bueno para el equipo».
Abel Resino no quiere que esto se quede en una declaración de intenciones, y asegura que «aquí el próximo partido puede haber cambios, y al siguiente también. Trabajamos de la misma manera con todos los jugadores para que todos estén implicados y para que cualquiera pueda jugar en cualquier momento». Ahora habrá que esperar a los próximos partidos para ver si el técnico introduce novedades o si, como ya ocurrió ante el Granada, opta por un once que con Paco Herrera ya se había convertido en el equipo de gala celeste.