De añadido a jefe de la defensa

Xosé Ramón Castro
X. R. Castro VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Demidov, que llegó para completar el cupo de centrales, ha jugado ocho partidos con el Celta en dos meses, el doble que en Alemania en medio año

01 mar 2013 . Actualizado a las 18:08 h.

Vadim Demidov llegó a Vigo como una cuestión de número. Como el cuarto central para suplir la baja de larga duración de Samuel Llorca. Sin embargo en el 2013 lo ha jugado todo. Se estrenó en el partido de Copa del Bernabéu y a partir de ahí ha jugado los siete encuentros de Liga como titular. Se ha convertido en el más habitual de los centrales. Para el partido ante el Sevilla se le abre una nueva reválida al noruego con la recuperación de Túñez. Abel Resino tendrá los cuatro centrales para poder escoger.

Para Demidov el cambio ha sido radical. En cinco meses en Bundesliga jugó cuatro partidos con el Eintracht Frankfurt, en dos ha doblado la cifra con el Celta. «Estoy jugando muchos partidos en el último mes, pero necesito mejorar mi juego para seguir ayudando al equipo. Yo siempre quiero jugar y espero mantener el puesto», comenta el central, sabedor de que la competencia va en aumento y que ante el Granada no tuvo su mejor día.

Demi, como le han bautizado en el vestuario, considera su la titularidad una cuestión de confianza, por eso no se imaginaba cuando llegó a Vigo que iba a jugar tanto. «Nunca sabes en el fútbol si vas a jugar, unos técnicos te da confianza y otros nos, es también la vida del futbolista».

Doble perfil

Aunque llegó como un central para el flanco derecho, ya ha combinado los dos perfiles y en el campo ya ha coincidido al lado de Túñez y Cabral. Con los dos dice entenderse bien: «He jugado con Túnez, Cabral, con Vila en entrenamientos, y siento muy cómodos con todos aquí. Son buenos jugadores».

Del perfil, no esconde que tiene mejor salida por la derecha, pero por encima de todo está jugar y ayudar: «Con la derecha me resulta más sencillo a la hora de salir con el balón, pero la izquierda tampoco es un problema para mi. A mí me es igual, lo que quiero es ayudar al equipo».

Con una nota media de 6,94 en los siete partidos que ha disputado, considera que tiene margen de mejora. Para comenzar, se declara el más autocrítico de sus analistas: «Puedo mejorar en mi juego. Soy la persona más crítica que hay ahora mismo en el mundo conmigo mismo. Sé que puedo mejorar mi juego y no estoy contento del último partido en donde tenía una pequeña lesión y estaba un tanto cansado. Estoy bien y puedo seguir mejorando muy juego».

Sus palabras coinciden con un momento de duda en el centro de la zaga. Túñez ya está recuperado de sus dolencias, Cabral recuperó la titularidad como central dos jornadas atrás e incluso Vila tuvo unos minutos ante el Granada. Para el Sánchez Pizjuán los cuatro están disponibles: «Tenemos cuatro buenos centrales, Vila ha jugado un poquito en el último partido. Es una buena competencia porque para salvarse en Primera necesitamos cuatro buenos centrales», puntualiza Vadim, que no esconde que «yo quiero jugar siempre».

Por el momento, el técnico hace ensayos y mantiene en silencio su decisión. Únicamente incide en su idea defensiva: «Estamos con las líneas más juntas y con la línea defensiva más adelantada y eso es bueno para nosotros. Con el nuevo entrenador trabajamos bien», comenta el noruego, agradecido también a Paco Herrera por darle la oportunidad de volver al fútbol español.

Situación

La situación que vive en el Celta no le es ajena. Con la Real Sociedad también tuvo que porfiar hasta última hora por la permanencia. En el caso vigués ve un conjunto con la suficiente calidad como para quedarse: «Soy optimista porque tenemos calidad para salvarnos, pero hay que trabajar todavía más».

Considera que la victoria ante el conjunto nazarí ha sido el primer paso: «Después de la victoria ante el Granada estamos un poco mejor pero aún estamos a dos puntos de la permanencia. Debemos pensar solo en el próximo partido». El club se ha fijado como meta comenzar a mejorar los números a domicilio, la única manera de certificar la permanencia.