Chu Young Park no consiguió anotar ninguno de los cinco goles que el Celta le endosó a su filial en el partidillo de entrenamiento celebrado en Balaídos. De Lucas y Toni, el único que jugó los 90 minutos, anotaron por partida doble, mientras que Iago Aspas redondeó la cuenta transformando un penalti cometido sobre el coruñés.
La probatura de Abel, que siguió el partido desde la grada de Río bajo, apenas sirvió para ver la apuesta por dos puntas, para confirmar que el toledano persiste en la idea de jugar con De Lucas en el costado izquierdo y para ver a Pranjic jugando en el doble pivote al lado de Borja Oubiña.
Sin Aspas en el horizonte inmediato, el partido era una oportunidad para que Park cogiese confianza a base de goles, pero el coreano no vio puerta. Envió una falta directa al travesaño y poco más. También tuvo una ocasión en el arranque del segundo tiempo, pero su vaselina salió por encima del larguero.
Fue Toni quien se reivindicó. Fuera de las cuatro convocatorias de Abel Resino, el coruñés estuvo en todos los lances que decantaron el partido. Tirado a banda derecha, en la posición de interior, asistió a De Lucas para que marcase, provocó el penalti del 3-0 y firmó los dos últimos tantos del primer equipo.
Toni fue el único que completó los 90 minutos, ya que Abel hizo cinco cambios en el descanso y de un modo natural fue refrescando el equipo con juveniles a lo largo del segundo tiempo. El único del primer equipo que entró tras el receso fue Iago Aspas.
Moreira, de vuelta
En el Celta B lo más significativo fue la vuelta de Moreira, un jugador fichado del Cerceda en el verano pasado que se lesionó durante la pretemporada del ligamento cruzado anterior y que no había podido disputar minuto alguno hasta el día de ayer.
Los de Pichi Lucas mantuvieron la compostura pero apenas pudieron presentar batalla en un partido decantado desde el principio.