Los goles de Piti y Delibasic complican la vida a un Celta muy espeso en ataque y muy flojo en defensa
07 abr 2013 . Actualizado a las 19:23 h.El Celta cayó 0-2 en casa ante el Rayo Vallecano. Era una buena oportunidad para confirmar un cambio de tendencia que parecía haberse iniciado la semana pasada con el gol de Oubiña, pero nada más lejos. Al equipo de Abel Resino le faltaron ideas y sufrió, mucho, en defensa.
Todavía restan ocho jornadas de aquí al final de Liga. Muchos puntos en juego. Más que suficientes para evitar el descenso. Pero el Celta que se vio esta mañana en Balaídos tiene una buena cantidad de papeletas para regresar a Segunda.
Poco queda de aquel descarado equipo que sorprendió a media España durante la primera vuelta con su juego alegre. Un conjunto fresco que, lastrado por la falta de puntería y los regalos en defensa, se quedó sin sumar lo que merecía. No sobreviven ni el entrenador, ni el estilo. Sin embargo, y para desgracia de la afición celeste, sí permanecen los vicios: el Celta continúa sin definir sus ocasiones, cada más escasas, y regalando oportunidades al rival, cada vez más frecuentes.
El Rayo, sin ofrecer su mejor versión, se impuso con comodidad en Balaídos. La afición tenía señalado en rojo este partido y trató de llevar en volandas a sus jugadores, pero un taconazo de Piti y un buen acompañamiento de Delibasic, ya en el tramo final, sentaron como dos jarros de agua fría en la bancada.
La defensa adelantada que planteó Abel Resino y los desajustes en la presión permitieron que el Rayo Vallecano llegase con comodidad, una y otra vez, a la meta defendida por un desbordado Javi Varas.
En el apartado ofensivo tampoco hay buenas noticias. La sanción a Iago Aspas se está haciendo más larga que un día sin pan y el Celta no acaba de encontrar soluciones. Park se retiró al banquillo entre silbidos. Bermejo se faja, pero su trabajo no suele ser suficiente para desactivar los sistemas defensivos rivales. Orellana sigue sin poner sobre el tapete todos sus quilates y la indiscutible titularidad de Augusto Fernández merecería un capítulo aparte. Hoy regresó Álex López para formar junto a Oubiña y Pranjic, pero el trivote está tan atareado en que el equipo no se descomponga, en tender puentes entre Demidov y Park, que acaba perdiendo la batalla en la medular.
El Rayo, sin llegar a ofrecer su mejor versión, se llevó una justa victoria. Jugó con la necesidad del Celta. Orden y balones a excelentes peloteros como Piti, Trashorras y Domínguez para que lanzaran a los veloces Lass y Baptistao. El capitán Piti aprovechó la falta de vigilancia para inaugurar el marcador con un lujo y Delibasic exprimió sus diez minutos para, libre de marca, sentenciar el partido. Entre medias, empuje local y ocasiones visitantes. El Celta necesita un golpe de timón. Y lo necesita ya.
Ficha técnica
0. Celta de Vigo: Javi Varas; Jonny, Cabral, Demidov (Vila, min.46), Roberto Lago; Borja Oubiña, Alex López; Augusto Fernández, Orellana Pranjic (Krohn Dehli, min.61); Park (Bermejo, min.54).
2. Rayo Vallecano: Rubén; Tito, Gálvez, Jordi Figueras, Casado; Javi Fuego, Trashorras; Piti, Domínguez (Adrián, min.85), Lass (José Carlos min.63); Leo Baptistao (Delibasic, min.78).
Goles: 0-1 Piti, min.13; 0-2 Delibasic, min.82;
Árbitro: Pérez Montoro (colegio andaluz). Mostró tarjeta amarilla a Alex López, Augusto Fernández, Bermejo, Orellana y Vila por parte del Celta de Vigo, y a Piti, Casado, Tito, Javi Fuego y Rubén por parte del Rayo Vallecano.
Incidencias: encuentro correspondiente a la trigésima jornada de la liga BBVA disputado en el estadio municipal de Balaídos ante 19.345 espectadores, según anunció el club vigués.