El Celta afronta su primera final ante el Rayo con el aliciente de abandonar la zona de descenso
07 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Para el Celta ha llegado la hora de la verdad. Acabado el Tourmalet, el conjunto vigués se cita con su destino en nueve entregas con la etiqueta de final. La primera esta misma mañana ante un espejo en el que mirarse. Un Rayo Vallecano con pasado en Segunda, superviviente de un proceso concursal, con un presupuesto similar y que ha sido capaz de colocarse a un paso de Europa. Hacer prevalecer la mayor necesidad es la primera premisa para el conjunto de Abel. Además, un triunfo sacaría a los vigueses del descenso después de la derrota del Zaragoza en la noche de ayer en Riazor.
El empate frente al Barcelona fue tomado como un punto de inflexión. El despegue de un Celta que cicatrizó las heridas del derbi con un empate de fuste. Pero el cuadro vigués necesita acelerar ya si no quiere verse atropellado por el descenso. Por segunda vez en lo que va de temporada tendrá que sobrevivir sin Iago Aspas, pero salvo el moañés, los célticos cuentan con todo su arsenal ofensivo.
En el preámbulo del partido la principal incógnita recae sobre Natxo Insa, la sorpresa agradable de la contienda ante el Barça. Tiene el alta, pero Abel no le ve del todo convencido para jugar un partido que exigirá tanto esfuerzo como el anterior.
Opciones para el trivote
Con o sin el alicantino, todo indica que el toledano volverá a decantarse por el trivote. El Rayo transmite la misma idea de fútbol que los culés, aunque incluso con un punto mayor de osadía, y la mejor manera de contrarrestarle es juntando al equipo alrededor de tres centrocampistas. En este panorama puede tener cabida Álex López, que vuelve tras estar parado durante casi un mes. Pranjic, de cuyo rendimiento ante el Barça salió satisfecho Abel, podría tener continuidad por tercer partido consecutivo.
La segunda duda radica en el ataque. No en la figura de Park, que pudiera estar ante su oportunidad definitiva, sino en el flanco izquierdo. Krohn-Dehli ha emitido las mejores sensaciones durante la semana y está llamado a recuperar el protagonismo perdido. De entrar relegaría de nuevo a Orellana al banquillo.
El Rayo no llegará a Vigo a especular. No le sirve el cuerpo para eso a Paco Jémez, que recupera a sus dos gallegos titulares -Rubén Martínez y Trashorras- y que ha mentalizado al equipo para abordar una clasificación europea que era impensable para los franjirrojos a principios de temporada. Si tienen el balón, son protagonistas y encuentran la espalda de la defensa viguesa pueden hacer estragos. Por eso el Celta necesita la misma concentración e intensidad que ante el Barcelona para robar el esférico y buscar la espalda de la despoblada defensa madrileña.
Conscientes del carácter de final de la contienda, Balaídos presentará una espectacular entrada. Hacía tiempo que el celtismo no había tomado tanto partido por una causa. Cuestión de supervivencia en la élite.