La pieza angular de la presión

Xosé Ramón Castro
X. R. Castro VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

El recuperado Natxo Insa, que se ha convertido en parte fundamental para poner en práctica el nuevo sistema, apunta al once para la final de Mallorca

12 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Natxo Insa se ha convertido en un jugador fundamental para poner en práctica la presión en el centro del campo. El Celta estuvo especialmente intenso frente al Barcelona coincidiendo con su regreso a la titularidad y el domingo frente al Rayo el equipo le echó de menos. Unas molestias le dejaron fuera del partido. En Mallorca, pudiera volver.

«Siempre dije que por mis características ese fútbol de ir apretar al contrario me viene bien, es el que siempre he desarrollo en mi carrera», comenta el alicantino, ilusionado con la posibilidad de ser un jugador importante en las ocho finales que quedan por delante. «Para mí es un reto a nivel personal, quiero aportar lo máximo individual para el bien común de todos. Me encuentro con ilusión, pero sabiendo que hay una presión añadida, que nos estamos jugando un descenso», indica Natxo. Habla también de una responsabilidad muy grande encima: «No estoy hablando de dinero, sino de prestigio y de pertenecer a un club que también se merece que lo intentemos hasta el final».

La temporada no ha resultado nada fácil para él. Con Herrera apenas contó para los encuentros de casa (jugó en siete a domicilio y en tres en Balaídos), no contaba para Abel Resino hasta el partido con el Barcelona, en donde cuajó una excelente actuación y marcó el primer gol. Además, pisó área más de los normal. Como en los viejos tiempos. «En otros equipos llegaba más», sentencia.

Tomando como referencia el partido ante el líder combinó mejor que nadie con Borja Oubiña. Fue una especie de bastón en donde apoyarse el capitán. Recuperó seis balones, uno menos que el cuatro. Entre los dos, el 20% del equipo.

Pranjic completó aquel trivote que en Son Moix pudiera tener una segunda edición. Con la posesión menguando en cada cita, armarse desde atrás parece la mejor solución.

Como buen alumno, no entra en el debate de la defensa adelantada. Él se queda con la presión y con la intensidad. «Aunque estés más adelantado o más atrás no se puede dejar pensar al contrario, a ti tampoco te dejan meter pases, si sabemos jugar tenemos que complementarlo con esto», apunta mientras se ratifica en la idea primitiva: «No podemos dejar pensar al contrario sin perder la cabeza, no podemos hacer la guerra por nuestra cuenta con cada uno aportando lo mejor y todos en la misma dirección».

Recuperado de sus molestias y con el final del contrato a 30 de junio, se niega a tirar la toalla por difícil que parezca la empresa. «Nos tenemos que dar una oportunidad nosotros mismos y hay que pelear por el club y por todo el entorno», sentencia sin pestañear.

Casi a vida o muerte

Con los días, las cosas se ven de otra manera: «Tenemos suerte que los demás tampoco están ganando, estamos a un partido. Ahora tenemos dos partidos claves y debemos asumirlos como tal, hay que ir a por ellos». Para comenzar espera el Mallorca. «¿Un partido a vida o muerte?, podemos llamarlo así, pero hay que gestionarlo bien, no lo podemos interpretar con mucha ansiedad». Ha llegado el momento de tener la cabeza fría.