Un viacrucis de lesiones importantes se ceba con los celestes

Lorena G. C. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

11 jul 2013 . Actualizado a las 11:30 h.

Samuel Llorca levantó el desagradable telón de las lesiones graves en el Celta la pasada temporada. Su rotura de ligamento en el partido de Copa frente al Almería sería la primera de un círculo que esta semana cerraba él mismo al sufrir la segunda tan solo nueve meses. Por medio, Hugo Mallo y Mario Bermejo experimentaron la misma desgracia. El primero recibía el alta precisamente el lunes tas casi seis meses en dique seco, y el segundo se encuentra en pleno proceso de recuperación. De hecho, ayer mismo por la mañana volvía a saltar al césped de A Madroa para hacer carrera acompañado de uno de los recuperadores.

Fue en otro partido de Copa, en esta ocasión ante el Real Madrid y a principios de enero, cuando Hugo Mallo sufría un pinchazo en una carrera con Cristiano Ronaldo que desembocaba en la rotura del ligamento cruzado anterior y del menisco externo de su rodilla izquierda. La lesión le llegaba en un momento dulce para el futbolista, que se veía obligado a pasar por el quirófano y a encarar un largo proceso de recuperación que ha culminado esta semana

Fue precisamente Samuel Llorca el que le ayudó en su recuperación, puesto que atravesaba, aunque con meses de ventaja, el mismo proceso.

Y cuando ya el Celta tenía mas que cubierto su cupo de lesionados, llegó el revés de Mario Bermejo. Fue ante el Atlético de Madrid, y cuando ya solo restaban tres jornadas para finalizar el curso. Su diagnóstico, el ya conocido, rotura del ligamento cruzado y del menisco externo de su rodilla izquierda, y medio año de recuperación por delante que ya encara con todo el optimismo. Falta menos para su regreso.