
El Celta mostró ante el Espanyol una imagen mejorada y opuesta a la de los amistosos
21 ago 2013 . Actualizado a las 17:28 h.Una de las mejores noticias del Celta de este lunes fue lo poco que tuvo que ver con la impresión general que había dejado tras los cinco partidos de pretemporada, a los que consiguió hacer olvidar de un plumazo. No cambiaron apenas los jugadores, con un once calcado al del último amistoso disputado en Madeira contra el Marítimo, ni tampoco el esquema (el 4-3-3 que se intuía como más probable entre los dos que había ensayado Luis Enrique). La puesta en escena, sin embargo, sí resultó esta vez completamente diferente.
Juego
Mejor en ataque que en defensa. Admitió Luis Enrique durante el verano que veía a su equipo bien en defensa, pero con más margen de mejora en la faceta ofensiva. En el debut liguero cambiaron las tornas y el conjunto, cuando tenía el balón, estuvo bien del medio del campo para arriba y flojo atrás. Con un Hugo Mallo más afortunado en el aspecto defensivo que en ataque -al contrario que Toni, como era de esperar en el que suponía su debut como lateral-, el mejor de la pareja de centrales fue un Cabral que, en esta ocasión, no cometió errores de bulto e incluso estuvo a punto de hacer un gol. A Fontás, cuya presencia ha llevado al descarte de Andrés Túñez, se le vio inseguro, y su falta de entendimiento con Toni provocó que el rival entrara con cierta facilidad por su zona. Los tantos visitantes fueron fruto del desacierto generalizado de los integrantes de esta línea.
Gol
Más acierto en un solo partido que en cinco. El Celta-Espanyol ganó en goles celestes a los cinco partidos de pretemporada, como si el equipo (destaca el caso de Charles) se hubiera estado reservando para lo importante. Las dudas sobre la puntería de cara a puerta se disiparon, al menos momentáneamente, pese a que los dos goles logrados no fueran suficientes para que los tres puntos permanecieran en Vigo. El Celta creó peligro y Casilla evitó por dos veces la sentencia viguesa. La ocasión más clara llegó como fruto de un córner. Poco le faltó a Cabral para hacer el que hubiera sido el primer gol a balón parado después de que en toda la pasada campaña no subiera ni uno solo al marcador en una acción de estas características.
Balón parado
Todos en una línea. La novedad más llamativa del Celta de Luis Enrique fue la manera de defender las jugadas en contra a balón parado que tanto daño les hicieron la pasada campaña. El asturiano situó a la práctica totalidad de los efectivos adelantados y en una única línea, estrategia que se reveló efectiva para neutralizar el juego aéreo del Espanyol, salvo en el córner de Colotto.
Charles y Nolito
Intercambio de roles. Nolito se había convertido durante la pretemporada en el fichaje que mejores sensaciones había transmitido; pese a no ver puerta, apuntaba maneras y dejó detalles de calidad. El lunes, mucho más discreto, cedió el protagonismo en ataque a un Charles que, por el contrario, apenas se había dejado ver en los amistosos y que frente el Espanyol explotó de la mejor manera, gol de cabeza incluido.
Once
Un equipo titular definido. Luis Enrique no sorprendió con la alineación, más allá de la suplencia de Rafinha, que se puede entender, primero, por la lesión que arrastraba el jugador y de la que recibió el alta pocos días antes del choque; segundo, viendo el gran rendimiento ofrecido por Álex López, sorpresa del encuentro junto con Charles. También cabía la duda de la portería, que se resolvió sin sorpresas con la titularidad para Yoel y el descarte de Rubén tras solo una semana entrenando.
Descartes
Pocas dudas respecto a quiénes no cuentan. La primera convocatoria de Luis Enrique reveló su aparente falta de confianza en Vila, al que dejó fuera en beneficio del juvenil David Costas, que ha encandilado al técnico en apenas una semana. También parece claro que Bellvís no está llamado a ocupar un papel importante en este equipo, en el que un Toni debutante en Primera y reconvertido le tomó la delantera desde el principio. Otro de los que menos contaron en pretemporada y que todo apunta a que continuará por ese camino es Orellana, muy por debajo ya la pasada campaña de las expectativas que se crearon con su regreso a Vigo en el mercado de invierno.
análisis jornada 1