Luis Enrique diseñó para el entrenamiento de ayer un plan diferente. Organizó un partidillo entre sus jugadores para el que contó con siete efectivos del Celta B y del equipo juvenil de División de Honor. Yelko, Aitor, Fernán y Soto fueron los representantes del filial celeste, a los que se sumaron Fede Varela, Diego Rocha y Hugo Pintos, que todavía se encuentran en edad juvenil.
El entrenador del Celta optó por mezclar a los más jóvenes en los dos equipos que formó, y tras la lesión de Yoel fue el propio Juan Carlos Unzué el que vistió los guantes, realizando además algunas paradas de mérito.
Sin varios titulares, Luis Enrique no pudo realizar muchas probaturas, aunque se pudo ver a Jon Aurtenetxe como lateral, a Cabral y Vila formando el centro de la zaga de uno de los equipos, o a Borja Oubiña insistiendo en el trivote.
Durante el partidillo Nolito, que ayer cumplía años, se mostró muy intenso, recriminando incluso a algún compañero alguna acción más dura de lo necesario. Rafinha y Toni se retiraron antes de tiempo, aunque no sufren lesión alguna.