
Luis Enrique mantendrá su filosofía de juego para reflotar a un equipo que entró en descenso
21 oct 2013 . Actualizado a las 14:27 h.Quince días después, el fútbol regresa para el Celta. Con la necesidad de resarcirse justo cuando el calendario se condensa y se empina, y apostando por el mismo ideario. Luis Enrique dice no querer bandazos y renueva su apuesta por la misma idea de juego. La gran diferencia con respecto a sus citas anteriores es que esta noche ya afronta un partido con mayúsculas. Frente al Levante los celestes están obligados a cortar su sangría y a reencontrarse con un juego que han ido perdiendo de un modo progresivo en las últimas jornadas. Una involución que le ha llevado a visitar por primera vez la zona de descenso. Salir del pozo es la primera primera premisa para hoy.
El técnico del Celta ha tenido tiempo para meterse de nuevo en su laboratorio para buscar soluciones a la crisis celeste, pero todo indica que partirá de la misma idea del 4-3-3 y con unos actores que no van a diferir mucho de los que entregaron la cuchara en las últimas contiendas. El asturiano confirmó que cuenta con Yoel y con Toni, pero se mostró pesimista con Augusto.
Descartando al argentino, los vigueses deberían presentar un once con al menos un par de caras nuevas con respecto al Calderón: Krohn-Dehli partiendo desde el trivote y Nolito pegado a la línea de cal por la izquierda. El danés es un jugador imprescindible para buscar pases imposibles cuando está bien y el gaditano ya demostró que su capacidad para desequilibrar desde el costado zurdo es imprescindible. Con ellos en el campo es probable un viaje de Rafinha cara al costado derecho, aunque esa no sea su mejor ubicación.
En la contención las dudas se agolpan encima de la mesa. Las loas a David Costas no garantizan la continuidad del canterano en el once; no está claro el sitio de Fontás, y por ende el futuro más inmediato de Borja Oubiña. Tampoco se puede descartar el regreso de Aurtenetxe. Todo posibilidades para apuntalar una zaga que ha dado demasiadas facilidades en los últimos tiempos. Encaja más de lo que concede. Un problema.
En el campo al Celta le espera una prueba de altura. Frente a un equipo que puede acumular hasta a nueve jugadores por detrás del balón está obligado a recuperar su fluidez, su juego combinativo y su capacidad para superar líneas y alcanzar la portería rival. Al mismo tiempo, debe reducir al mínimo el riesgo de contragolpe, uno de los viveros de puntos del que se alimenta el conjunto de Joaquín Caparrós. Los granotas, que viajan esta mañana a Vigo, arrastran la única baja de Pallardó.
El partido se presenta como una cita límite para evitar el síndrome de Balaídos. Los celestes han fracasado en sus cuatro primeros intentos como locales y dos meses después de comenzar la Liga le urge, y mucho, ganar en casa. Máxime, teniendo en cuenta que el próximo visitante será el Barça. Porque hoy comienza la fase pirenaica del calendario y el equipo de Lucho no ha hecho los deberes en las etapas llanas. Toca acelerar.
Krohn-Dehli y Nolito parecen los jugadores con más opciones de volver al once inicial