
Los ajustes defensivos han reducido el número de ocasiones concedidas
21 ene 2014 . Actualizado a las 15:05 h.Los ajusten han llegado al Celta con el cambio de año, pero a nivel defensivo. El equipo ha fijado más sus dos líneas defensivas, ahora más juntas, y en los tres primeros partidos del 2014 ha dado muestras de solvencia defensiva, aunque en ninguna de ellas fue capaz de mantener su portería a cero, la forma tangible de confirmar la mejoría.
El ajuste apunta hacia una redistribución del espacio defensivo, con la línea de cuatro zagueros y el trivote de medio campo mucho más juntas. Incluso por momentos el equipo puede replegar con un octavo jugador, dejando a Oubiña por delante de la defensa y por detrás de los centrocampistas, además con libertad de movimientos para salir al cruce. Krohn-Dehli negó que hayan dado un paso atrás. «No, tratamos de jugar de la misma manera siempre, a veces depende de los rivales y de cómo se esté desarrollando el partido».
«No ha cambiado nada en exceso, se matizan cosas dependiendo de las características del rival», comenta Mario Bermejo al tiempo que recuerda que antes el equipo encajaba con mayor facilidad: «El rival sin hacer mucho en ataque nos hacía goles y nosotros queremos ser más sólidos».
La fría estadística confirma que los vigueses han puesto trabas a los oponentes en los tres últimos envites. El Espanyol disparó tres veces a puerta en todo el partido, el Valencia se quedó en dos y el Real Madrid finalizó ocho ataques y para eso a última hora, los mismos que había culminado Osasuna en el último partido del 2013, lo que corrobora el cambio experimentado.
En cuanto a números, el equipo que más puso en evidencia la fragilidad defensiva del Celta durante la primera vuelta fue la Real Sociedad en Anoeta, marcando cuatro goles, tirando doce veces entre los tres palos y acabando otras siete jugadas más.
Parece difícil que este bagaje pudiera repetirse si el Celta mantiene el giro al pragmatismo, influenciado, al margen de cuestiones tácticas, por un punto de mayor presión especialmente por parte de los tres jugadores interiores y por una excelente condición física, lo que obliga al rival a intentar buscar las bandas, bien ocupadas por Hugo Mallo y Jonny, auxiliados por Orellana y Rafinha.