El Barcelona tiene la palabra

vigo / la voz

GRADA DE RÍO

Oscar Vazquez

El celta tendrá que activar un plan B asumiendo que Luis Enrique aceptaría la oferta culé

02 may 2014 . Actualizado a las 15:31 h.

Luis Enrique se sigue perfilando como el sustituto del Tata Martino en el banquillo del Barcelona. Su nombre toma cada vez más fuerza y algunos medios de comunicación catalanes aseguran que los contactos con el técnico del Celta para incorporarlo a su nuevo proyecto ya han comenzado. En este momento, es la única posibilidad que se baraja para asumir las riendas de la entidad. Con este panorama, y aunque el Celta se mantiene en silencio, asume que el Barça tendrá que última palabra y que Luis Enrique acabaría aceptando la que sería la oportunidad de su vida. En este sentido Miguel Torrecilla, el director deportivo, ya admitió que había un plan B.

Cada día son las más voces que parecen apostar por el actual técnico del Barcelona como el encargado de liderar el cambio culé. El técnico asturiano es la apuesta de Zubizarreta y la directiva del Barça, con Bartomeu a la cabeza, apoyaría su contratación. También la plantilla avalaría su llegada en la medida en que su estilo de juego coincide con la manera de entender el fútbol que ha demostrado Luis Enrique durante su trayectoria como entrenador.

De este modo, quedaría resolver el escollo de la relación contractual entre el técnico y el Celta, que tiene vigencia, en teoría, hasta dentro de un año. En principio no debería ser un problema. Si el deseo de Luis Enrique es marcharse al Barcelona, el conjunto vigués no sería obstáculo, aunque buscaría salir lo más beneficiado posible. De entrada existe una cláusula de rescisión de tres millones de euros, pero en la operación también podrían entrar jugadores cedidos como Denis Suárez o Sergi Roberto. Después del éxito de la operación Rafinha, el Celta se perfila a ojos del Barça como un equipo ideal para foguear a sus jugadores con proyección.

Aunque en su génesis el interés actual del Barcelona por Luis Enrique tiene muchas similitudes con los episodios del verano pasado, la situación ahora es distinta. Por un lado, Luis Enrique ha aumentado su cota de credibilidad en el fútbol español al conseguir una salvación holgada y con buen fútbol para el equipo vigués. El propio entrenador, que en su día dijo que los contratos estaban para cumplirlos, puede ahora forzar al Celta después del buen rendimiento, y teniendo en cuenta que los vigueses tendrían tiempo suficiente por delante para buscar un sustituto.

La resolución de la salida de Luis Enrique hacia el Barcelona no se resolverá en ningún caso antes del final de la Liga, aunque el Celta tendrá que poner en marcha su plan B para estar preparado para una hipotética salida. El primer nombre que ha salido es el de Luis García, aunque parece difícil que los vigueses puedan apostar por un técnico que firmó una pésima campaña en el Getafe.

Medios catalanes apuntan que las negociaciones con el técnico ya han comenzado