Oubiña inicia un tratamiento con un artilugio diseñado por la NASA

x. r. c. vigo / la voz

GRADA DE RÍO

Oubiña, en la Clínica Arthos del doctor Otero Vich, adonde acude para rodar en la Alter-G.
Oubiña, en la Clínica Arthos del doctor Otero Vich, adonde acude para rodar en la Alter-G.

Cuatro meses después de la operación, los médicos del Celta no marcan fecha de retorno y admiten que existe la posibilidad de que no vuelva a jugar

05 dic 2014 . Actualizado a las 15:00 h.

Hoy se cumplen cuatro meses de la intervención de Borja Oubiña por su artritis en la rodilla izquierda. Los 120 días, eran el período mínimo de recuperación, pero llegado a este punto todavía se desconoce cuándo el capitán celeste volverá a vestirse de corto. Incluso Juan José García Cota, el jefe de los servicios médicos, admite que la posibilidad de poner fin a sus días de fútbol existe. De momento, y como un paso más dentro de su recuperación, el pivote ha comenzado a correr sobre una cinta antigravitatoria que permite correr con menos peso del que una persona tiene. En el caso de Borja lo está haciendo con un 70 %. Se trata de un sistema terapéutico diseñado por la NASA.

«Está iniciando carrera en la cinta antigravitatoria, que es una cinta en la que se corre con menos peso del que uno tiene y que eso lo está tolerando bien, pero le estamos disminuyendo el 70 % de su peso, iremos avanzando poco a poco y veremos cómo va», comentó Cota sobre el momento que atraviesa la recuperación del canterano.

La máquina, que en su día utilizaron atletas como Pedro Nimo y nombres propios del deporte español como Pau Gasol o Rafa Nadal, es uno de los aparatos más sofisticados que existen en la actualidad. Bajo la denominación de Tapiz anti-gravedad Alter-G. Para Oubiña es el primer paso para comenzar a correr. «Cuando alguien tiene un problema de cartílago -explica Cota- lo que de verdad influye son los impactos y lo que hacemos ahora es hacer una carrera más o menos normal desde el punto de vista de funcionalidad pero disminuyendo mucho lo que son los impactos».

La prueba del algodón para conocer el futuro de Borja Oubiña llegará cuando se comiencen a subir las cargas y los impactos en su suelo. «Ahí veremos cómo responde la articulación para ir al paso siguiente, que puede ser hacia adelante o hacia atrás», indica Juan José García Cota.

La situación

En ese punto es donde surge la posibilidad de que Oubiña no pueda volver a jugar al fútbol, algo que por el momento no quiere contemplar el máximo responsable médico: «No puedo mentir, no queremos que ocurra ni pensamos en ello pero podría ser una posibilidad, sería el peor de los escenarios, que ni lo planteamos ahora mismo. Cuando hay ese tipo de cosas los médicos nos las planteamos a ultima hora».

Con este panorama, no se atreve a decir cuándo podrá volver. «Cuatro meses era lo que planteábamos al principio, pero cuando tratas lesiones de cartílago, una lesión de este tipo es mucho más difícil de definir, porque incluso los protocolos de tratamiento varían de un paciente a otro y de ahí que sea difícil dar un tiempo».

Lo más halagüeño de la situación es la moral de Borja. «Ya tiene callo, él se siente el más optimista del mundo para ponerse bien». Porque si algún futbolista sabe del significado de volver a los terrenos de juego después de una grave lesión, ese es el capitán del Celta. A sus 32 años y con contrato hasta el 30 de junio del 2015 afronta su última tentativa. El próximo año se encargará de dictar sentencia.