El entrenador anuncia el retorno al 4-3-3 y confirma a Orellana y Nolito
17 ene 2015 . Actualizado a las 10:33 h.Eduardo Berizzo considera que el Celta ha salido reforzado de la última semana, pero tampoco esconde que el equipo «necesita ganar ya» ante un Espanyol que según el análisis del técnico argentino depende en gran medida del faro de Sergio García en ataque. Su figura recomienda colocar a Radoja como marcador, aunque desde la posición de pivote para liberar a uno de los dos centrales del conjunto gallego.
El empate con el Valencia en Liga y la victoria, aunque estéril en rendimientos, del Celta en San Mamés en Copa, han reforzado al colectivo desde el prisma de su entrenador: «La confianza del equipo se reforzó con los dos partidos. El equipo recuperó la sensación de la victoria y a pesar de la eliminación creo que los dos encuentros nos dejan sensaciones positivas».
Pero esas buenas sensaciones, admite el técnico, deben ir acompañadas de réditos en forma de puntos. Sumar dos de los últimos 24 ha frenado en seco al equipo, aunque apenas ha perdido posiciones en la tabla clasificatoria. Berizzo es consciente de que urge una victoria: «Necesitamos ganar. En esta Liga en donde tantos equipos estamos en una situación de pocos puntos, todo vale. Nos alegraría mucho ganar». Una idea de la que también es partícipe Nolito: «El equipo ha conseguido volver a la senda del gol pero ahora tenemos que seguir. Tenemos que conseguir los tres puntos como sea», indicó tras el entrenamiento de Lezama en unas declaraciones recogidas por la TVG.
Neutralizar al líder
Para conseguirlo, deben neutralizar el juego de Sergio García, el capitán, delantero y referencia absoluta de los periquitos. «Es un equipo que juega muy bien en ataque a partir de la inteligencia en sus movimientos de Sergio García. Él hace jugar al equipo en ataque, es un jugador muy hábil para encontrar espacios, se mueve por detrás del punta e inclusive a sus costados, y después es un equipo agresivo, que juega bien, se mueve en bloque, vienen de una victoria en la Copa y tienen una realidad en Liga muy similar a la nuestra».
Con esta base, Berizzo aventura un partido entre iguales: «Ellos querrán reconducir su situación en la Liga y nosotros debemos seguir en nuestra línea, apostando por nuestro fútbol, siendo muy solidarios e intensos como somos habitualmente».
A nivel táctico, el conjunto vigués volverá al 4-3-3 habitual, más en función del rival que por una cuestión de preferencias del técnico, que se ha mostrado satisfecho en público de su experimento con cinco zagueros. «La formación del 4-4-1-1 del Espanyol nos obliga a tener dos centrales y Radoja por delante, en este caso contra Sergio Garcia», desvela el entrenador, que espera que el equipo mantenga su línea habitual de juego con independencia del dibujo que ponga en práctica: «Intentaremos que la línea de juego no se vea afectada, salir jugando, con movimiento y posesión alta, y después darle intensidad de balón y desmarcándonos en ataque». En este aspecto los célticos demostraron un punto de frescura en las últimas contiendas del que carecían durante la travesía de final de año y que necesita para llevar a cabo la hoja de ruta marcada por Berizzo.
El entrenador volvió a aclarar que quitó a Orellana en San Mamés porque estaba tocado, y habló del estado físico del chileno y de Nolito: «Hubo que tener cuidado con los dos. Orellana tuvo un golpe y hubo que cuidarlo y Nolito acaba de salir de una lesión y sobrecargarlo hubiese sido contraproducente. Confiamos en recuperarlos para el partido y que sean de la partida, tenemos que enfocar toda la atención en la Liga».
A partir de ahora se abre un nuevo frente para Berizzo, el de la gestión de los minutos. Sin la Copa hay un buen puñado de jugadores que tendrán menos opciones pese a lo corto del plantel. El portero Rubén Blanco, David Costas, Levy Madinda...
Por contra, el entrenador argentino tendrá desde ya semanas limpias para preparar los partidos de Liga con el fin de consolidar el equipo en una posición cómoda y después intentar dar un paso adelante en la tabla. Mejorar la novena posición de la era Luis Enrique podría ser el objetivo.
De entrada tiene garantizado acabar la primera vuelta con un mínimo de dos puntos con respecto a lo sucedido el curso pasado (en donde el Celta sumó 19 en el ecuador) pero esa distancia podría incrementarse a cinco, lo que sería un reflejo de las diferencias entre una y otra temporada. En una situación más apurada, los célticos habían sacado adelante el último partido de la primera vuelta ante el Valencia.