Un japonés pide el alta como socio

míriam vázquez fraga VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

El nipón, que vive en Machida, sigue al Celta desde el fichaje de su ídolo, Mazinho. «He escrito al club porque quiero ser abonado y convertirme en un verdadero celtista»

16 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Tiene 37 años y es un apasionado del Celta que sigue al equipo en la lejanía. Se trata de un perfil al que seguramente se amolden otros muchos aficionados del equipo vigués, la diferencia es que Hidetoshi Mori nació y reside en Machida (Tokyo) y no le une a Galicia ningún vínculo más allá del que él mismo se ha ido encargando de trazar con el paso del tiempo.

Ahora, quiere que esa relación que ya le une al equipo vaya todavía un poco más allá. «He escrito al Celta porque quiero hacerme abonado del club. Eso sí sería convertirme en un verdadero celtista», explica en inglés este forofo al que su afición por el Celta le ha llevado también a estudiar español. Por ahora, está a la espera de respuesta al correo electrónico que envió para poder ver cumplido ese sueño.

Su afición por el equipo se remonta a 1996. La culpa la tuvo el Mundial que se disputó dos veranos antes en Estados Unidos. «Me fijé en Mazinho, me encantó su juego con la selección brasileña con la que fue campeón del mundo», rememora. A continuación, el futbolista recaló en el Valencia. «Conocía de antes al equipo y ni fichándole a él me llamó la atención».

Cuando su ídolo futbolístico pasó a formar parte de la plantilla del Celta, dos años más tarde, la cosa fue diferente. «Nunca había oído hablar de aquel club. En ese momento empecé a interesarme por él, a seguirlo cada vez más hasta acabar por aficionarme», relata. Una afición que sobrevivió a la presencia de su ídolo en Vigo.

Hoy, Hidetoshi vive pendiente del Celta a través de las redes sociales, en las que incluso recibe «algunos mensajes de hinchas de Vigo». Las considera «muy útiles» para estar al tanto no solo de los resultados, sino de la actualidad en clave celeste.

En la ciudad ha estado dos veces, en el 2001 y en el 2011, disfrutando de la oportunidad de presenciar partidos en Balaídos en esas ocasiones. El resto, los ve por televisión: «Hay un canal privado de satélite que tiene los derechos de la liga española, Wowwow, por el que pago veinte euros al mes», cuenta este cuidador de ancianos.

Una afición «extraña»

Mori tiene varias camisetas y bufandas del Celta, incluso la primera equipación actual, adquirida a través de la tienda online del club. Sus allegados no entienden muy bien su «extraña» -a sus ojos- afición. «Aquí nadie conoce al Celta y sí que lo encuentran raro, pero no me importa», concluye el aspirante a primer socio nipón del club.