La generación del 2009 rememora y elogia los últimos pasos de Hugo Mallo en el centro de la defensa
10 dic 2015 . Actualizado a las 13:23 h.Hugo Mallo prepara su vuelta al pasado. Hace seis años que el marinense no actúa como central y de cara al sábado cuenta con casi todos los boletos para salir de inicio en esa demarcación. Sus 174 centímetros no parecen un hándicap para apostar por su candidatura. Su entrenador y compañeros de aquella generación del 2009 le recuerdan como un excelente central y no dudan del éxito. «Es el mejor central de la plantilla», se atreve a comentar Guillermo Fernández Romo, entonces entrenador del juvenil A celeste y en la actualidad en el Olimpic de Xátiva de Segunda B.
«Tiene un alto nivel de concentración, es rápido, un excelente defensor en el uno contra uno y con buena salida de balón», recuerda el técnico que contó con él por última vez como central. Fue en los partidos determinantes de aquella Liga, uno clave para ganarla contra el Deportivo, y después en la Copa de Campeones en la que el conjunto vigués llegó a la final, que perdió con el Barcelona. Fernández Romo apostó por su viaje al centro cuando se quedó sin la baza de Sergio por lesión. Recordando que durante la trayectoria deportiva del hoy capital céltico en las categorías de formación, la posición de central había sido su hábitat natural.
Las sensaciones
En aquel equipo estaba Toni Rodríguez Dovale, ahora en el Leganés, que pone en valor la versatilidad del marinense: «Hugo puede jugar en donde quiera, es un portento físico y un jugador muy rápido, puede jugar de todo en la defensa». Aunque la confianza más ciega emana de la boca de Pedro García, coetáneo de aquel equipo y actualmente en el Pontevedra: «Hugo es un jugador brutal. He escuchado que podría jugar de central y me hace ilusión verle. Además tiene muy buena salida de balón y en este caso lo podrá hacer por cualquiera de los dos lados».
Es más, tanto el entrenador como el ahora granate están convencidos de que en un futuro próximo el centro de la defensa será su hábitat natural: «Con la experiencia que tiene, lo veo jugando en esa demarcación en un futuro muy próximo», asegura Fernández Romo. «Para mí puede ser un central espectacular», apunta García.
Quienes le conocen descartan que la estatura pueda ser un hándicap. Romo recuerda, y modo como ejemplo, a Fabián Ayala en el Valencia y en la selección argentina. Con 178 centímetros, el Ratón -ese era su apodo- fue uno de los zagueros más codiciados y de más recorrido. «Lo de la altura es muy relativo. Hugo puede suplir la falta de centímetros con otros argumentos defensivos que tiene», comenta el entrenador. Los tres destacan que tiene un buen salto y un sentido de la anticipación que le ayudan. Por eso nadie le ve saliendo perdedor de un duelo con el espanyolista Caicedo, si al final llega a producirse el sábado.
Compañero de Flo Pogba
Como le sucederá el sábado con Cabral, Hugo Mallo tenía en aquel entonces un espigado compañero de viaje. Se trataba de Flo, el hermano de Pogba de la Juventus. Flo estuvo de paso en aquel juvenil vigués (fue celeste durante dos temporadas entre el 2007 y el 2009) para después recalar en el fútbol francés de la mano del Sedan. En la actualidad milita en el Saint-Étienne. «Los dos se repartían muy bien los papeles. Flo era muy alto y Hugo también se defendía», recuerdan en aquella generación. «Entonces ya se veía que iba a llegar lejos, era un defensa impecable», asegura Toni del gallego. El sábado le espera la reválida.