La falta de recursos humanos, la pérdida de jugadores, lesiones y sanciones merman el nivel
04 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Por una cuestión de lógica matemática. Los equipos más poderosos y con más opciones en la plantilla acaban imponiendo su poderío en la carrera de fondo que es la Liga. Por eso a nadie puede extrañar que el Celta haya dado un paso atrás. Porque en cuatro meses ha perdido a los dos jugadores que construían su juego, porque se ha quedado con 19 futbolistas y de ellos ha tenido a seis lesionados y a siete sancionados. Y porque el físico, fundamental en este equipo, también comienza a resentirse y porque reinventar tiene un límite.
En cuatro meses sin el doble pivote titular del despegue
Michael Krohn-Dehli fue el primero en marcharse y ahora lo hace Augusto. En el margen de cuatro meses el equipo de Berizzo se ha quedado sin sus dos piezas más codiciadas en el centro del campo. La partida del danesa fue solventada con celeridad con Daniel Wass, aunque se trata de un jugador distinto y por el momento el Celta no ha encontrado sustituto para Augusto. Más allá de que el equipo se reinvente cada día, el conjunto vigués como institución no ha acertado con la tecla para mantener a los dos jugadores en Balaídos.
La plantilla más corta de Primera
Aunque manido, siempre conviene recordarlo. El Celta es la plantilla más corta de Primera División, en estos momentos con únicamente 19 jugadores de la primera plantilla y con únicamente tres canteranos que han tenido una aportación muy esporádica: Borja Fernández, Alende y Pape, con casos tan preocupantes como la ausencia de un tercer central en la actualidad. Desde el verano Berizzo había reclamado más jugadores para disponer de más profundidad y de mayores alternativas.
Seis lesionados en un equipo de 19 jugadores
Descontando a Augusto, que pasó por el quirófano pero ya no está, seis son los jugadores que han estado parados en el Celta por lesión: Fontás es quien se lleva la peor parte, ya acumula tres meses lesionados (en dos fases) y no tiene fecha de regreso por el momento. Radoja también ha estado parado un par de meses tras operarse en Múnich y aunque ahora comienza a jugar, dista mucho de su nivel ideal. El portero Rubén también estuvo más de dos meses parado por una lesión de clavícula, mientras que Sergi volvió en Granada después de tres semanas y Drazic estuvo parado por una contractura. Y en estos momentos está en el dique seco Nolito, el jugador clave del equipo que tenía para un mes y que apura los plazos para volver cuanto antes.
Tres expulsados, uno con tres partidos, y cuatro con acumulación
El total los célticos no han podido disponer de su elenco por sanción en siete partidos diferentes, amén del caso de Borja Fernández, que vio la quinta amarilla en su día con el filial y después no pudo jugar ni en Copa ni en Liga con el primer equipo. Jonny, Hernández y Cabral son los tres expulsados hasta la fecha. En el caso del argentino, Berizzo no pudo contar con él durante tres partidos por la redacción del acta. A mayores, alcanzaron el ciclo de cinco amarillas Jonny, Nolito, Hernández y Augusto antes de marcharse. Ahora hay tres jugadores apercibidos: Aspas, Hugo Mallo y Sergi Gómez.
Siete jugadores por encima de los 1.300 minutos
Estas situaciones, unidas a la tendencia de Berizzo de mantener un once fijo dentro de lo posible, hacen que hasta siete jugadores de la primera plantilla superen el umbral de los 1.300 minutos cuando todavía falta un partido para la conclusión de la primera vuelta. Wass, Iago Aspas y Orellana han participado en todos los partidos de Liga hasta la fecha. El chileno lidera el apartado de minutos con 1.604.
No todo se puede reinventar
Berizzo tiene todo el mérito de repensar el Celta para ir tapando agujeros, y hasta el partido de La Rosaleda siempre había acertado con sus decisiones, alguna de ellas arriesgada. Sin embargo la teoría de las rotaciones en la portería y la de adaptar a un central específico como pivote, llevando a un lateral al puesto de central, no le funcionó en esta ocasión. Quizás porque la polivalencia también tiene un límite. Aunque también cabe la posibilidad de que el Toto mostrase en público lo poco que tiene en estos momentos para armar un equipo.