El equipo vigués, tras el adiós a la Copa y la derrota en el Camp Nou, se centra en lograr billete para Europa
16 feb 2016 . Actualizado a las 13:54 h.Catorce finales. Eso espera al equipo de Eduardo Berizzo de aquí a final de temporada. Catorce encuentros en los que el Celta intentará asaltar los puestos que le den derecho a competir en Europa la próxima campaña, y a los que aspiran, como mínimo, otro tres rivales. Superada la locura de partidos que conllevó la Copa y la visita al Camp Nou, ahora la tropa del Toto se centrará en pelear por la séptima plaza, que podría conducir a la Europa League, o incluso la sexta. Los cinco primeros puestos, con Barcelona, Atlético de Madrid, Real Madrid, Villarreal y Sevilla, parecen complicados de alcanzar.
Al Celta le toca ahora rearmarse para la lucha sin cuartel que le espera de aquí a finales de mayo. El sorprendente Éibar, el siempre peligroso Athletic y el Deportivo, el eterno rival, han llegado a estas alturas de la temporada con las garras afiladas y mirando de reojo a las mismas plazas que el Celta. De ahí que lo que queda por delante sea una pelea intensa a la que los célticos llegarán con deberes, pero también con haberes.
En el lado positivo, una vez despedida la Copa, los vigueses al fin podrán descansar en condiciones y se olvidarán de afrontar partidos cada tres días. Un enemigo para un conjunto como el céltico, que hace de las plantillas cortas una de sus señas de identidad. Además, salvo con Andreu Fontás, Berizzo podrá contar para esta recta final de la temporada con todos sus hombres. Nolito, el más desequilibrante en el arranque de la campaña, está muy próximo a regresar y Marcelo Díaz y Claudio Beauvue, los fichajes más recientes, empiezan a asumir la identidad de su nuevo equipo.
En el capítulo de retos, los vigueses también tienen deberes. De entrada, deben recuperar el pulso de la liga. En la primera vuelta, a estas alturas, el equipo de Berizzo había maravillado y acumulaba 13 puntos en el bolsillo, mientras que en el mismo tramo de la segunda vuelta solo ha conseguido cuatro.
Además, los célticos deben poner coto a la sangría defensiva que les ha afectado en los últimos tiempos. En los cinco compromisos más recientes -entre Liga y Copa- han recibido una quincena de goles entre los que sobresalen los seis del Camp Nou y los cuatro del Sánchez Pizjuán. Demasiado castigo para un equipo que, de una u otra manera, tampoco va a renunciar a su propuesta ofensiva.
Cuatro rivales y varios duelos directos
A día de hoy, el Éibar, el Athletic Club, el Celta y el Deportivo están en la misma batalla por la zona de Europa League. La distancia que hay entre el Éibar, que es sexto, y el Deportivo, noveno, es tan solo de cuatro puntos cuando quedan todavía por jugarse 42. Mucha tela que cortar y que incluirá duelos directos.
De entrada, el Éibar-Celta del próximo sábado puede empezar a definir tendencias. Los vigueses necesitan reencontrarse con la victoria en la Liga tras un mes de enero muy intenso y largo, mientras que los vascos intentarán prolongar su buena dinámica. A los eibarreses les queda también por verse las caras con el Deportivo en la jornada 35, por lo que esos tres puntos también pueden ser clave.
En el caso del Athletic, los de Ernesto Valverde comienzan ahora una parte complicada de la temporada, con la Liga y la Europa League en cartera. Dos competiciones que pueden pasar factura a un equipo que espera al Deportivo dentro de tres jornadas y que recibirá al Celta en la antepenúltima etapa del campeonato.
En el caso de los célticos, Barcelona y Sevilla son los equipos grandes a los que ha dejado ya de lado. En cuatro jornadas visita el Bernabéu, y tres partidos más tarde le espera el derbi con el Deportivo. La última parada de los celestes en la campaña será frente al Atlético de Madrid. Para entonces, deben tener los deberes hechos.