Naranjo y Costas, en el andén

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Pascu Mendez | LOF

Lemos no llegó a pisar el terreno de juego y Pape fue el mejor parado de los «novatos»

01 dic 2016 . Actualizado a las 12:23 h.

A falta de oportunidades en Liga, la Copa era la gran esperanza de los futbolistas célticos acostumbrados a habitar la grada. Para José Naranjo, David Costas, Álvaro Lemos y, en menor medida, Pape Cheikh, era una reválida, y lo cierto es que del examen no salieron muy bien parados. El defensa compostelano ni siquiera llegó a pisar el terreno de juego, y quizás ese fue el mensaje más significativo del Toto, que prefirió entregar los costados al poliédrico Roncaglia y al central Costas antes que apostar por un lateral nato necesitado de minutos.

Los que jugaron de principio a fin fueron Naranjo y Costas, que no consiguieron engancharse al tren a 200 kilómetros que es el Celta para Berizzo, sino que más bien se quedaron en el andén con el billete en la mano. El escenario era propicio para que ambos se ganasen un voto de confianza. Un partido contra un rival de menor entidad y un buen puñado de titulares habituales en el once. Naranjo salió por la izquierda compartiendo ataque con Guidetti y Señé, pero no logró convertir la necesidad en virtud. Contagiado de un Celta muy flojo, le costaba conectar con el balón y cuando lo hacía sus combinaciones caían en saco roto. Faltaba precisión y criterio. Con la llegada del segundo tiempo y el mayor control del partido de los hombres de Berizzo el andaluz se mostró más participativo. Protagonizó un buen puñado de arrancadas en velocidad, pero su explosividad desembocaba siempre en lo mismo: entregas francas al rival. Como si el equipo no tuviese interiorizados los movimientos, la pelota se desperdiciaba antes de generar peligro real. Su aportación más destacada fue una acción en la frontal que remató mal.

Quizás saber que la espada de Damocles de la cesión pende su cabeza está pasando factura al que fuera jugador revelación de Segunda la temporada pasada. El salto a Primera se le ha hecho muy grande y verse a rebufo de compañeros con más fútbol en las piernas no le ayuda.

Esa situación también la vive un David Costas al que el Berizzo encomendó el lateral derecho y que sigue trasladando sensación de desconfianza. La solvencia y seguridad que debe definir a un buen defensa no se adhiere al chapeleiro, tan voluntarioso como discreto. Conservar el balón, sacarlo, desembarazarse de Guichón y efectuar pases limpios le resultaba difícil. Está verde para Primera, aunque no peca de ponerle ganas.

Como también ganas le puso un Pape Cheikh que fue el mejor parado de los novatos. En el primer tiempo estuvo de lo más discreto ejerciendo como enganche y tras el receso, cuando el Celta comenzó a crear fútbol, se mostró más participativo y con mejor criterio.

Protagonismo goleador de una defensa de 4 centrales

Los defensas fueron los grandes protagonistas del partido ya desde la alineación que presentó el Toto. Primero de todo, porque Berizzo escogió para la zaga de ayer frente al UCAM a cuatro futbolistas cuya posición natural es la de centrales. En el caso de Sergi Gómez y de Cabral, ocupando su posición habitual, y en el de Roncaglia y David Costas, situados en los laterales. La posición no les es ajena a ni al argentino ni al de Chapela, pero tampoco en la que más cómodos se muestran.

Pese a todo, la apuesta salió bien. Tanto, que el Celta consiguió dejar su portería a cero por primera vez desde el partido de Europa League contra el Panathinaikós del pasado 29 de septiembre, lo que supone poner fin a una dinámica que se prolongaba ya durante dos meses en los que se encajaron 21 tantos en diez partidos.

Además, los defensores fueron precisamente los protagonistas del único gol del partido. Ante las infructuosas tentativas anteriores de Guidetti y el Tucu, que tuvieron algunas de las contadas ocasiones claras de las que dispuso el Celta en el partido, fueron ellos los que acabaron resolviendo. Después de que Facundo Roncaglia enviara un balón al poste izquierdo de la portería defendida por Biel Rivas, el rechace fue a parar a Gustavo Cabral, que dejó el balón a Sergi para que el catalán hiciera su primer gol en los 76 partidos oficiales que lleva disputados con el equipo. No veía puerta desde mayo del 2013, cuando había anotado ante el Alcorcón con el filial del Barcelona.

Cabral y Sergi Gómez trataron de poner la pausa y la solidez que en muchos momentos le faltaba al equipo y fueron los encargados de intentar conectar con el ataque ante el desbarajuste del medio del campo, donde Marcelo fue sustituido por Wass al descanso. Tampoco Roncaglia, que se animó en ataque e incluso pudo marcar en la acción que precede al gol de Sergi, completó el partido, siendo sustituido por Jonny en la recta final.

Frente a sus tres compañeros de zaga, que están acumulando minutos en Liga de manera habitual, Costas volvió a disponer de una nueva oportunidad tras la que había tenido frente al Valencia. Sin cometer errores de bulto, tampoco termina de cuajar.