De los seis jugadores llegados en verano, solo el argentino es un fijo en los planes de Berizzo, en los que no entran ni Naranjo, ni Lemos, ni Costas
27 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La temporada ha quemado su primer cuatrimestre y el balance parcial del rendimiento de los fichajes de verano está sobre la mesa. De los seis futbolistas que llegaron al Celta en el estío -incluyendo el retorno de David Costas tras su cesión-, Facundo Roncaglia es el que sale más victorioso, Rossi no ha conseguido tener los minutos que se le presuponían y Pione Sisto todavía está en crecimiento. Lemos, Naranjo y Costas no han convencido a su entrenador.
Cuando Eduardo Berizzo hizo su lista de deseos para el verano el nombre de Facundo Roncaglia era uno de los subrayados. El argentino fue la única petición atendida del Toto y eso ha tenido su reflejo en el casillero de minutos y protagonismo. El central, que también se desempeña como lateral, ha sido de los hombres más utilizados por el entrenador. Tanto, que sus 1.250 minutos en Liga solo los supera el incombustible Daniel Wass.
Aunque el exfutbolista de la Fiorentina llegaba para el puesto de central el Toto ha aprovechado su polivalencia en el lateral cada vez que ha surgido la oportunidad. El entrenador confía plenamente en su compatriota, que incluso se ha animado en dos ocasiones a ver portería.
Frente al balance exitoso de los primeros meses de Roncaglia está el paso sin pena ni gloria de Giuseppe Rossi. El italiano llegaba al Celta buscando los minutos y la continuidad que necesita para reencontrarse con su mejor versión, pero no ha dispuesto ni de lo primero ni de lo segundo. Hoy competir con Iago Aspas es imposible, y cuando el Toto quiere un fútbol diferente al del moañés la principal alternativa es Guidetti.
La opción de apostar por Rossi como mediapunta se ha revelado como una decepción y el italiano, que ha jugado menos de 600 minutos, tan solo ha marcado dos goles. La semana pasada, durante la Pepito Cup, el delantero señaló a Sky Sports que «en España estoy bien, quiero hacerlo bien con el Celta. ¿Regresar a Florencia? Se verá este verano. Queremos ir a Europa, estamos en mitad de la tabla y tenemos que hacerlo bien».
Pione Sisto, un futbolista al que el Celta llevaba tiempo siguiendo, se convirtió en uno de los fichajes del verano encajando en el perfil de jugador de futuro que tanto gusta en Praza de España. El danés llegaba para apuntalar la banda derecha y Berizzo le ha dado un buen puñado de oportunidades que el danés ha devuelto en forma de dos goles. Tiene velocidad y calidad, pero el ida y vuelta todavía le está costando, lo mismo que el apartado más táctico del juego. Aunque su protagonismo ha sido fluctuante, cerrará el 2017 con cerca de un millar de minutos con el Celta.
Peor está siendo el balance de José Naranjo en su estreno en la élite. 131 minutos en la Europa League y un partido de Copa es todo lo que el andaluz ha jugado con el Celta. «Sí que esperaba tener más continuidad, pero el que decide es el míster y hay que respetar sus decisiones», admitió a EFE el futbolista, que es un firme candidato a salir cedido en el mercado invernal, aunque él pide calma. «El parón viene bien para desconectar, luego ya se verá qué pasa», señaló el futbolista, que reconoce que lo ha pasado mal. «Lo he llevado como bien he podido, entrenando día a día e intentando mejorar». Sin embargo, Naranjo no ha conseguido convencer a un Berizzo que acostumbra a sacrificar al extremo en las convocatorias.
En una situación similar se encuentra David Costas. Regresó a Vigo tras su cesión en Mallorca con la firme intención de ganarse la confianza del Toto, pero apenas ha disputado 270 minutos. Una nimiedad para un futbolista joven y que todavía debe seguir creciendo. Con la recuperación de Fontás las posibilidades de que el chapeleiro salga en la ventana de transferencias que ahora se abre son altas.
Y algo similar sucede con un Álvaro Lemos que es un caso curioso. Llegó del Lugo para reforzar el lateral y aunque ha disputado 207 minutos en la Europa League, está inédito en la Liga y en la Copa. El compostelano es un descarte habitual de Berizzo y su situación no tiene visos de revertirse a corto plazo.