
El céltico repasa sus inicios, su trayectoria y da detalles sobre su manera de vivir el fútbol
30 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Tras Sergio, Fontás y Rubén, su compañero Giuseppe Rossi ha sido el cuarto céltico en responder al cuestionario que plantean los medios oficiales del club en la sección Alén do Campo. El italiano se retrotrae a los inicios de su carrera y confiesa algunas curiosidades relacionadas con su trayectoria en el mundo del fútbol.
«Mi primer recuerdo futbolístico es de cuando era niño y mi padre y yo jugábamos contra mi madre y hermana en el jardín, los dos contra las mujeres», confiesa el delantero. Su progenitor es precisamente una de las personas que más han marcado su carrera. «Era mi primer entrenador desde pequeño, me siguió por todos sitios hasta Manchester, donde comencé a ser profesional».
De Inglaterra guarda muy buenos recuerdos que también comparte. «Fue mi primer contrato, a los 17 años, algo muy bonito. Es un sueño llegar allí y jugar y entrenar con jugadores como aquellos que antes habías visto solo en la tele», recalca. Y poco a poco fue realizando más sueños. «De niño quería jugar en altos niveles, en Champions, lo conseguí allí y en Villarreal y ahora busco cumplirlo con el Celta».
Recuerda a Gullit como su ídolo de niño. «Es la primera persona de la que me acuerdo bien, creo que más por el pelo largo, pero luego por la manera en la que jugaba», señala. Relata que el fútbol le ha dado multitud de vivencias enriquecedoras, pero se queda con la posibilidad de «jugar en ciudades diferentes y entender culturas diferentes, porque te ayuda a crecer como persona».
Revela que lo primero que hace cuando llega a casa tras disputar un partido es verlo para tomar conciencia de susfallos y corregirlos. «Es importante para aprender de lo que has fallado. Los errores los veo cuatro o cinco veces para recordar lo que ha pasado y aprender a partir del día siguiente».
Por último, no oculta que le gustaría seguir vinculado al fútbol una vez que su carrera en activo llegue a su fin, si bien descarta la posibilidad de ser entrenador porque no cree que su perfil sea el idóneo para ese rol. «No tengo paciencia, me enfado conmigo mismo, imagínate con los demás. Me gusta la perfección y no quiero ponerme en esa situación, pero sí seguir en el fútbol siempre de alguna manera».