
Marcelino, Caparrós y Ayestarán analizan lo que puede dar de sí la eliminatoria entre Celta y Alavés
07 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Pensar en una eliminatoria más abierta es imposible. Celta y Alavés se juegan en 90 minutos un billete para la final de la Copa del Rey y los dos llegan cargados de ilusión y con tarjetas de presentación bien diferentes. ¿Qué puede esperarse del partido? Tres técnicos reconocidos, Marcelino García Toral, Joaquín Caparrós y Pako Ayestarán, lo analizan en las horas previas.
Favoritos
A 90 minutos, todo es posible. «Cualquier cosa puede pasar», subraya Marcelino cuando se le pregunta sobre si hay favoritos para Mendizorroza. «Está claro que el Celta tiene más individualidades capaces de definir un partido, y sobre todo un futbolista determinante como es Aspas, y luego el Alavés se basa más en la colectividad, en defender bien, en ser un equipo que ofrece a los rivales muchas dificultades a la hora de generarle ocasiones y que suele saber aprovechar las suyas con un contraataque bastante eficaz», por lo que la eliminatoria, a ojos del ex preparador del Villarreal, está abierta. De la misma opinión es Ayestarán, que subraya que «jugando a algo diferente, son dos equipos que tienen una gran fortaleza y están en un momento importante». Caparrós, por su parte, subraya que «no hay favoritos. El Alavés juega en casa, pero el Celta ha demostrado que fuera se maneja muy bien. Va a ser un encuentro muy abierto y en el que vamos a disfrutar del fútbol. Va a ser un partido auténtico de Copa», augura.
La identidad
No habrá sorpresas. Los entrenadores coinciden en que el partido de Mendizorroza no se distanciará de las propuestas que Celta y Alavés han defendido hasta ahora. «Los dos tienen una idea de juego y no creo que la cambien. A 90 minutos todo técnico tiene su estrategia y podrá modificar cuestiones y optar por dar entrada a futbolistas que no parten desde el inicio, pero ninguno de los dos variará lo que le ha hecho llegar hasta aquí», aventura Caparrós. De la misma idea es García Toral, que opina que «los dos equipos tienen una identidad clara. Son bastante diferentes pero ambas formas son eficaces y dan buenos resultados».
La clave
Eficacia y transiciones. Si hay un elemento que decantará la balanza es, a ojos de Marcelino, la eficacia. «Sobre todo la clave puede estar en el acierto. Ya se comprobó en el partido de ida, en el que no se generaron muchas oportunidades de gol, por lo que la clave estará en materializar las que creen». Para Ayestarán, «el Celta es un equipo más proactivo que seguramente intentará tomar la iniciativa, como en la ida, pero el Alavés a la contra, se caracteriza por su fortaleza defensiva, por jugar corto y estrecho y confía mucho en su transición. Y ahí, en sus transiciones, el Celta puede sufrir porque al hacer mucho seguimiento individual en defensa, a veces se desorganiza». Para el ex técnico valencianista la clave estará en la paciencia, en «ver si el Celta es capaz de desorganizar al Alavés haciendo jugar a sus futbolistas entre líneas. El Alavés basará su juego en las transiciones, quizás Edgar pueda ser una buena baza por su fortaleza en la transición». Y también en las transiciones destaca a Marcos Llorente, que además «siempre está en una posición de balance defensivo buenísima».
Los ánimos
Sujetar la presión. «Algunos jugadores quizás no puedan llegar a otra final de Copa en toda su carrera, por lo que la trascendencia del partido para los futbolistas será total. Pero eso lo piensas antes, cuando sales al campo te centras en el juego», razona Caparrós sobre el aspecto anímico de la eliminatoria. «El que domine mejor la presión para intentar ofrecer su máximo rendimiento tendrá mucho ganado. Se trata de fijar más la atención en el juego y en cómo hacer las cosas para ganar que en lo que supone el resultado final», valora García Toral. Para Ayestarán, el Alavés puede partir con un punto más tranquilidad «porque su fuerte es estar muy organizado, mientras el juego del Celta requiere un desgaste mental más alto porque llevar la iniciativa, necesitar mucha precisión en el pase y tener que generar movimientos a la espalda acaba desgastando más».