«Que el Celta lograse jugar la UEFA fue un hito para el fútbol gallego»

x. r. castro / m. v. fraga VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

XOAN CARLOS GIL

Cinco jugadores rememoran con La Voz el histórico partido contra el Aberdeen

04 feb 2019 . Actualizado a las 10:04 h.

Un momento único para el club y para los jugadores al que no se dio la importancia que tenía. Así resume parte de la plantilla el primer paso del Celta por Europa en 1971. Los vigueses fueron el primer equipo gallego de fútbol que se clasificó para una competición continental, aunque acabó cayendo en primera ronda de la UEFA ante un Aberdeen convertido en rey del por entonces fuerte fútbol escocés.

Para recordar el acontecimiento, La Voz reunió esta semana a Manolo, Rodilla, Lezcano, Juan Fernández y Jiménez, cinco componentes de aquel conjunto. «Era el primer partido europeo que jugaba el Celta», enfatiza Manolo, el gran capitán y el hombre que más veces ha vestido la camiseta celeste en toda la historia del Celta.

Con un atrevido 4-3-3, un Celta plagado de canteranos se había clasificado como sexto en la Liga la temporada 1970/71, y con los mismos mimbres se adentró en el fútbol continental. El día del partido, el 15 de septiembre, La Voz advertía: «Del equipo escocés se dice que es superior al famoso Celtic». Contaba en sus filas con tres internacionales -«el portero, el delantero centro y un interior», rememora Juan Fernández-, pero en el campo, para nada fueron superiores. En la ida la mala suerte se cebó con los célticos. «El primer partido nos dejó un recuerdo desagradable. Teníamos un portero fenomenal pero nos marcaron un gol...», Jiménez se refiere al 0-1, que llegó en un rechace de un tiro que no pudo blocar Gost. El segundo fue de córner directo. «Llovió mucho aquel día y nos metieron dos goles que nunca nos debieron meter», incide Rodilla.

La crónica del partido en La Voz no ocultaba la superioridad del rival, aunque apuntó que «cuando el Celta bajó el balón, esperó al contrario y serenó su ánimo, el Aberdeen demostró sus fisuras y tan solo el acierto de Clark y la contundencia de los fornidos muchachos de Escocia impidieron que el Celta anotara algún gol»

Dos semanas después, el 29 de septiembre, los célticos devolvieron la visita y, otra vez, solo la falta de puntería les privó de la remontada. «No los vi tan superiores. Tuvimos ocasiones clarísimas para adelantarnos, pero ellos aprovecharon la suya», comenta Lezcano sobre el partido jugado en el Pittodrie Stadium. «Les metimos un baño, para ganar de cuatro goles, pero la inexperiencia nos condenó», indica Jiménez, que aprovechó para recordar que siempre tuvo en contra a la afición de la grada de Río pero que con sus goles fue capaz de revertir la situación.

En Escocia, Alarcia, que jugó el segundo partido como portero titular, detuvo un penalti, pero Harper, el delantero de moda escocés que ya había marcado en Vigo, anotó el tanto del triunfo local más allá del minuto 90. «Pagamos la novatada, los dos partidos fueron muy parejos -explica Manolo-. Se impuso su experiencia porque ellos entonces eran uno de los buenos equipos se Europa». «Pero el recuerdo que nos queda es inolvidable», matiza el alevín Rodilla.

De aquel histórico paso por Europa, con el paso del tiempo a sus protagonistas solo le queda una pega: la falta de trascendencia. «No se le dio la importancia que merecía, el bombo que hoy se le da a una competición así, pero yo estoy encantado de haber participado con el Celta en Europa», destaca Juan Fernández, que también quiso poner en valor aquel plantel céltico: «Había grandes jugadores en aquella época, alguno incluso tuvo la oportunidad de ir al Madrid». «Aquello fue un hito para el fútbol gallego, fuimos los primeros que lo conseguimos y el Celta no dejaba de ser un equipito modesto con mucha gente de casa», incide Manolo.

Quizás por ello, casi medio siglo después se ven representados por el equipo actual. «El Celta actual tiene cuatro o cinco canteranos importantes, que son titulares, y viene gente importante por detrás -explica Rodilla-. Estoy orgulloso de que la cantera esté ahí porque los que venimos de las categorías inferiores siempre lo vamos a apreciar mucho más». La confirmación de que el fútbol es cíclico.