
El Celta recibirá en Vigo a los cuatro equipos que le preceden en la lucha por la Europa League y cuenta con el golaveraje favorable ante el Espanyol
11 mar 2017 . Actualizado a las 13:22 h.En medio del frenesí de la Europa League el Celta debe cambiar de nuevo el chip y centrarse en la Liga, la vía más plausible para repetir presencia en la competición continental el curso que viene. El Villarreal visita mañana el estadio de Balaídos en la primera de las siete contiendas como local que le quedan al grupo de Berizzo en casa, y el margen para fallar es casi nulo.
El calendario ha querido que de esos partidos pendientes en Vigo cuatro sean frente a rivales con los que el Celta se está jugando la séptima plaza, la que hoy por hoy sería la más factible, y que supondría un billete para la Europa League siempre y cuando el Alavés no gane la Copa del Rey en la final contra el Barcelona.
Además del Villarreal, que en la primera vuelta infligió a los celestes un duro 5-0, pasarán por el estadio vigués el Eibar, el Athletic Club y la Real Sociedad, además del Las Palmas y el Betis. Estos dos últimos no están involucrados en el debate continental, pero sí se perfilan como rivales muy duros. A ellos hay que añadir además el encuentro pendiente frente al Real Madrid. Un duelo que pondrá en juego tres puntos que podrían ser trascendentales para los intereses de los dos equipos llegado el momento.
A nivel clasificatorio la Real Sociedad es el equipo mejor posicionado para estar en Europa la próxima temporada. Incluso podría soñar con hacerse con el cuarto puesto que defiende el Atlético y que da derecho a jugar la previa de la Champions. Los de Eusebio Sacristán tiene 48 puntos, 13 más que los celestes, y serán el último equipo que pase por Balaídos esta temporada.
El Villarreal, que mañana pisará el césped vigués, es sexto con 45 puntos, diez más que los célticos que se reducirían si los hombres de Berizzo ganan el duelo. Luego está un Athletic Club que con 41 puntos defiende la séptima plaza y que pasará por Balaídos el último fin de semana de abril, y al acecho se encuentra un Eibar que ya cuenta con 39 puntos y que el segundo fin de semana de abril se deberá presentar en el municipal vigués.
El quinto equipo en discordia en el intenso tráfico por la zona europea es el Espanyol, el último rival que acudió a Balaídos y que logró marcharse a Barcelona con un 2-2 en el bolsillo. La buena noticia para los célticos es que los goles de Rossi y Pione Sisto de la ida permiten a la tropa de Berizzo tener a favor el golaveraje, por lo que en un hipotético empate en la clasificación, la carta ganadora sería la celeste. Pero por ahora son las cuentas de la lechera. Europa requerirá mucho sacrificio.
Los célticos han conseguido como locales 25 de los 35 puntos que llevan en Liga
Balaídos es la despensa de puntos del Celta, que ha sumado en casa 25 de los 35 que atesora a estas alturas de temporada. Ocho victorias, un empate y tres derrotas alumbran la campaña como locales de los hombres de Eduardo Berizzo, que en la primera mitad de la temporada consiguieron en Vigo 21 puntos. Un balance muy positivo, pero que no está siendo reforzado en los encuentros lejos del estadio municipal vigués.
Con 26 jornadas transcurridas y con los célticos con un partido menos, el equipo del Toto es el noveno de la liga que mejores resultados cosecha ante su afición. El Real Madrid, que ha logrado el en Santiago Bernabéu 33 puntos gracias a diez triunfos y tres empates, es el que lidera la estadística. El mismo balance como local ha generado el Athletic en San Mamés, pero mientras los blancos han jugado 13 contiendas ante su afición, los bilbaínos suman un partido más. De los diez equipos más fuertes en casa, solo el Sevilla -tercero con 31 partidos- y el Celta han jugado 12 contiendas ejerciendo como anfitriones. El Barcelona ha hecho en casa 30 puntos, el Atlético 29, el Villarreal 27 y Las Palmas y Eibar suman 26.
Respecto a la temporada pasada el Celta se ha hecho fuerte en casa y ha descuidado sus resultados lejos de Balaídos. A estas alturas de la competición el curso anterior los hombres del Toto habían jugado como locales trece partidos y habían cosechado 21 puntos, cuatro menos de los que llevan ahora, si bien compensaban ese déficit con mejores resultados como visitantes.
En la jornada 26 -con un partido más- los célticos defendían la quinta plaza de la clasificación con 41 puntos, dos triunfos más de los actuales, que se habían logrado gracias a un balance como visitantes de 20 puntos. Por aquel entonces el equipo estaba peleando también por el objetivo de la Europa League, pero había mucho menos tráfico y estaba mejor situado.