Alicia Barreiro es la nueva socia número uno del club, primera mujer con ese honor
04 jul 2017 . Actualizado a las 10:08 h.Por primera vez, un tiene el honor de ser la socia número 1 del Celta. Se llama Alicia Barreiro, tiene 85 años y su primer carnet de abonada data del año 1939. El club la presentó a la afición haciendo hincapié en que nunca antes una mujer había estado en esta situación y hablando con ella de lo que significa el club vigués en su vida.
Cuenta Barreiro que con tres y cuatro años sus padres ya la llevaban a Balaídos. «Para mí eran unos hombres corriendo de un lado para otro, un entretenimiento. Como me aburría, llevaba muñecas y jugaba con ellas mientras mis padres y mis tíos veían los partidos», rememora. Con el paso del tiempo, su percepción fue cambiando. «Siempre me gustó mucho el fútbol, a mí y a toda mi familia. Mi padre era un chalado por el Celta».
Relata la anécdota de cuando la lluvia que inundó la grada de Río obligó a aplazar un partido del domingo al martes. «El Lagares pasaba muy cerquita y llovía yo creo que más que ahora. Cuando fuimos estaba todo lleno de serrín para secarlo y no corría mucho el balón, pero ganó el Celta», destaca con una sonrisa. Ahora cuando llueve lo ve por la tele: «Si hay una falta que puede haber gol, cambio de cadena».
El Celta le ha aportado «mucho amor al deporte», pero sobre todo al propio club. «Cuando voy a Balaídos me recreo en los años que tengo, los que pasaron. Para mí es revivir mi niñez, adolescencia, juventud… Mi mayor ilusión es ver al Celta campeón. Espero no morirme antes de ver cumplido ese gran sueño que tengo». Cree que sería «el premio de querer tantos años a un club como el Real Club Celta de Vigo».
Otros socios históricos
También se dio de alta en 1939 Julián Mouriño Trigo, con el que La Voz habló en la cola de Balaídos durante la campaña de abonados. Otro celtista emblemático es Ignacio Pinacho, el abonado más longevo del club a sus 101 años.
El anterior socio número uno que había trascendido fue Senén Sánchez-Puga, aunque el club no dio a conocer que este aficionado ostentaba ese honor hasta su fallecimiento, cuando se guardó un minuto de silencio en su recuerdo en Balaídos el pasado febrero.
Antes, conocido y querido por todo el celtismo había sido el socio número uno Basilio Ferreiro Boullosa. Falleció a los 98 años en febrero del 2015.