Cinco años con guantes de casa

M. V. F. VIGO

GRADA DE RÍO

Tres canteranos pelearán por la portería celeste, que no defiende un foráneo desde el 2013

17 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Por quinta temporada consecutiva, la portería del Celta será cosa de canteranos. Sergio Álvarez, Rubén Blanco e Iván Villar, que ha optado por quedarse en el primer equipo y renunciar a jugar en el filial para pelear con sus dos compañeros, son los guardametas de Unzué. «Estoy contento con mis porteros», dijo el técnico el viernes en su primera comparecencia de la pretemporada y tras explicar la decisión del más joven. Será la primera vez en años que haya tres porteros que son jugadores únicamente del primer equipo a todos los efectos.

Desde el curso del regreso a Primera, la temporada 2012/2013, nadie formado fuera de A Madroa ha defendido la meta del primer equipo con asiduidad. Únicamente lo hizo de manera puntual Néstor Díaz en el inicio de la campaña 2015/2016, disputando cinco minutos al lesionarse Rubén. Javi Varas fue el último portero titular del equipo al que se fichó de fuera.

Desde entonces, primero Yoel Rodríguez y Sergio Álvarez -en la temporada 2013/2014- y luego el de Catoira y Rubén Blanco -entre el 2014 y la actualidad- se han disputado la titularidad, con el más veterano como el que más minutos ha acumulado. Pero en los últimos años, la sombra de la necesidad de reforzar esta posición siempre ha estado ahí. Incluso Berizzo demandó públicamente en alguna ocasión que se fichara a alguien bajo palos. No ocurrió en ninguna de sus tres temporadas al frente, como tampoco antes con Luis Enrique ni va a ser el caso del Celta de Unzué. Para donde han llegado porteros este año es para el filial, tras la marcha de Néstor y el también canterano Ángel, que la pasada temporada llegó a ser convocado por Eduardo Berizzo.

A Iván Villar le abrió las puertas del primer equipo la circunstancia que acabó marcando la temporada pasada: las lesiones que persiguieron a Rubén. En la campaña en la que parecía que podía llegar la explosión del de Mos, sus problemas físicos se sucedieron y dejaron a Sergio por momentos casi como la única opción para el técnico del Celta. De esta manera, el meta de Aldán pasó a ser en la práctica el segundo portero, sentándose en el banquillo de manera habitual y llegando a debutar en un partido de mal recuerdo frente al Alavés el pasado 14 de mayo.

En el momento de su debut, Iván Villar llevaba desde febrero sin tener minutos con el B por estar integrado precisamente en la disciplina del primer equipo. A finales de mayo Alejandro Menéndez le recuperaría para el filial en la vuelta del play-off de ascenso frente al Valencia Mestalla que supuso la eliminación de los celestes. Ahora el canterano ha decidido que aquel partido sea su despedida del filial.

Con Rubén recuperado de sus problemas físicos, todo apunta a que el duelo estará una vez más entre el mosense y Sergio, que confirmó esta semana que el club todavía no le ha ofrecido la renovación. Pero Villar no renuncia a sorprender. En todo caso, la portería celeste en Primera seguirá siendo terreno de A Madroa sea quien sea el elegido.