
Un botín de puntos más escaso de lo previsto, muchos tantos y la estrategia describen a los celestes
27 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La sombra de Eduardo Berizzo es alargada y la está padeciendo Juan Carlos Unzué en su primer proyecto en solitario en Primera División. El Celta ha cerrado el tercio inicial de la liga con números más flojos que los de la etapa del argentino y las sensaciones tampoco ayudan. El reto de regresar a Europa está a tiro de piedra de un equipo goleador, pero que encaja mucho, que ha crecido en el balón parado ofensivo pero sigue teniendo sangrantes problemas en el defensivo. Lo que permanece inalterable es la trascendencia de Aspas en la plantilla celeste.
Los puntos
Tres puntos más que en el año del regreso a Primera. Cinco victorias, dos empates y seis derrotas sitúan al Celta en la mitad de la clasificación gracias a 17 puntos, un ratio inferior a los cálculos que el propio Unzué preveía para estas fechas y por debajo del balance de los años anteriores. El curso del regreso a Primera, con Herrera al frente y un equipo sin experiencia, los célticos habían arrancado con solo tres puntos menos que ahora; el proyecto de Luis Enrique empobreció incluso esa cifra al rebajarla a 12, y con la llegada del Toto el rendimiento se disparó. Los inicios de los equipos de Berizzo fueron notables, sumando 20, 24 y 20 puntos en las tres temporadas que estuvo al frente.
Los goles
Frenesí goleador con Aspas como pichichi. Unzué dispone de una delantera de nivel internacional. Iago Aspas, Pioine Sisto y el novato Maxi Gómez forman el triunvirato titular que Emre Mor y John Guidetti completan y que tiene al Celta en el top cinco de equipos con más gol de la competición liguera con 24 dianas. La producción iguala los tantos conseguidos por el Celta de Berizzo en su segundo año cuando Nolito, Aspas y Orellana se hartaban de hacer diabluras en los metros finales. De nuevo el moañés se ha erigido como el máximo goleador del equipo con 7 tantos (aporta el 30 % de los conseguidos) y ejerce otra vez como pichichi nacional de LaLiga, empatado con el bético Sanabria. El arranque goleador de Maxi Gómez, que lleva otras siete dianas, es una de las sorpresas que ha deparado el primer tercio liguero, aunque está por ver si el uruguayo completará los dos que quedan.
La defensa
Materia pendiente. El Celta ha logrado que su portería acabase a ceros en tres ocasiones -Alavés, Eibar y Leganés-, pero sigue sin corregir sus lagunas defensivas. Ha encajado 19 goles, de los que cinco han cuajado a balón parado: frente al Betis, el Girona, el Atlético de Madrid, el Málaga y el Sevilla. La pizarra de Robert Moreno no consigue frenar los problemas en la estrategia defensiva, aunque sí ha mejorado en el aspecto ofensivo, ya que los célticos han cuajado casi un tercio de sus tantos en acciones a balón parado.
El once
Los roles están definidos. El once de Unzué apenas ofrece dudas. El entrenador tiene un equipo titular muy definido que en las últimas fechas está alterando en el dibujo, aunque no en los nombres. Eso ha hecho que jugadores como Iago Aspas, Jonny y Wass hayan rebasado ya la barrera de los mil minutos y que otros como Hjulsager apenas se hayan estrenado. En el primer tercio del campeonato a Unzué sí le ha dado tiempo a pasar de Sergio Álvarez a Rubén Blanco en la portería, a convertir a Sergi Gómez en un central de su confianza y que cotiza al alza, y a dar galones en el centro del campo a un Lobotka que parece haber comido el terreno a Radoja. La trascendencia de futbolistas como el Tucu Hernández o Wass en el centro del campo permanece inalterable, lo mismo que el mando de Aspas en el ataque.