
Sin un jugador específico de repuesto para esa demarcación, las opciones pasan por Roncaglia o Sergi Gómez, cambiar de banda a Hugo Mallo o jugar con tres centrales
30 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Una única baja puede alterar todo un plan de partido. Le sucede al Celta para visitar el sábado al Barcelona al no poder contar con Jonny en el lateral izquierdo por sanción. Sin ninguna solución natural al alcance, Unzué debe decidir entre colocar a Roncaglia o Sergi Gómez en ese costado, cambiar de banda a Hugo Mallo (y entregarle la derecha a Wass) o apostar por un dibujo de tres centrales, aunque aquí volvería a tener el problema de no contar con un segundo carrilero de largo recorrido. La opción de recurrir a algún canterano parece no tener cabida en el catálogo aunque Pampín y Alende jugaron con el técnico navarro algún amistoso en esa posición. Ninguno de los dos estuvo en la convocatoria de Copa del Rey.
FACUNDO RONCAGLIA
La solución más natural, pero falto de minutos
El argentino llegó al Celta como central o lateral derecho de emergencia, pero el Toto Berizzo ya le utilizó en el costado izquierdo en más de una oportunidad la temporada pasada con un óptimo rendimiento pese a ser diestro. Con estos argumentos, Roncaglia sería la alternativa número uno, pero lleva parado desde el 5 de octubre (50 días) y el martes no disputó ni un solo minuto ante el Eibar pese a estar en el banquillo. Además, Unzué admitió que le hubiese gustado darle protagonismo pero que la eliminatoria no estaba definida, lo que indica que no está en plenitud por el momento. De jugar apotarái contundencia pero la gran incógnita es su nivel físico.
SERGI GÓMEZ
Recuperado y pendiente de alta, pero esencial en el centro de la zaga
Sergi Gómez hizo todo el trabajo con el grupo el miércoles con normalidad y todo indica que hoy o mañana recibirá el alta y entrará en la convocatoria para el partido después de descansar una semana por una elongación en el sóleo de la pierna izquierda. «Feliz por mi vuelta al equipo. ¡Con muchas ganas!», comentó el jugador en sus redes sociales. Su regreso es la mejor noticia para la línea defensiva ya que atraviesa un excelente momento de forma, lo que invita a pensar que será utilizado como central, en donde puede sumar más que en una banda. De lateral aportaría velocidad para la cobertura pero quizás el equipo perdería capacidad de sorpresa por banda en ataque.
HUGO MALLO-WASS
Cambiar de banda al capitán y colocar al danés en la derecha
La apuesta obligará a mover dos mimbres capitales en este Celta, pero suena a opción sólida. Hugo Mallo lleva muchos años por el lateral derecho, pero en el Celta debutó con Eusebio en el costado izquierdo y ya hizo también sus pinitos de central. Su hueco en la izquierda sería cubierto por Daniel Wass, que ya jugó en esa posición en el partido de Las Palmas por la lesión del marinense. Con este movimiento el entrenador navarro se aseguraría contundencia defensiva y salida de balón, pero a cambio tendría que sacar de su posición natural a dos de los jugadores más en forma. El de Marín está en un gran momento y es el dueño de la banda derecha y el danés el alma del centro del campo.
CAMBIO DE SISTEMA
Cambiar a tres centrales no arregla el problema de las bandas
El cambio de sistema no haría desparecer el problema de vestir las bandas. El Celta puede pasar a jugar con tres centrales,Cabral, Fontás y Sergi, pero necestaría a dos hombres de recorrido en las bandas y solo tiene a Hugo Mallo. La opción de jugar con Brais Méndez en la izquierda, ensayada en los últimos minutos en Sevilla, no funcionó y el equipo apenas creó peligro. Hjulsager podía asumir ese rol, pero los hechos indican que está lejos de ser la primera opción para Unzué.
«Se puede poner cualquiera», comenta el sancionado Jonny
Jonny Castro no considera ningún problema que el Celta se haya quedado sin lateral izquierdo específico para visitar al Barcelona el sábado. «Se puede poner a cualquiera, puede jugar Pampín, Roncaglia o cambiar a Hugo», comentó el lateral, que tampoco le da mucha importancia a perderse el partido del Camp Nou: «Son cosas del fútbol, sabía que tenía cuatro amarillas y en una jugada fortuita llegó la quinta. Es una lástima perderse el partido, que es importante para nosotros para seguir en una buena racha». Reconoció el jugador que si el Celta hubiese cerrado antes del encuentro con el Leganés, quizás pudiese ir con el freno de mano puesto a la jugada en cuestión.
Con respecto al partido, recordó que el Barcelona «aún no perdió en liga, están de primeros y hay que hacer un partido perfecto. Es un campo que con el movimiento que tienen ellos de balón parece que tiene 200 metros».