San Mamés mide la reacción celeste

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

El Celta retoma mañana el pulso a la liga obligado a ganar para no desengancharse de Europa

30 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Faltan nueve jornadas para que la liga baje el telón y los puntos parecen cobrar cada vez más valor. Los tres que el Celta se juega mañana (16.15 horas) en San Mamés pueden alimentar las esperanzas europeas de los célticos o achicar un poco más el sueño de volver a lucir la celeste por los campos del viejo continente. Todo depende de si la tropa de Unzué es capaz de frenar la racha de cuatro derrotas consecutivas a domicilio y logra reencontrarse con un gol que le está siendo esquivo lejos de Balaídos ante un Athletic Club que tampoco atraviesa su mejor momento.

San Mamés no es el lugar más propicio para que los célticos acaben con sus males. Entre la vieja y la nueva Catedral solo contabilizan tres victorias y nueve empates en liga en 51 visitas, y la última fecha en la que puntuaron en territorio de los leones fue hace tres temporadas, con un empate 1-1 con la firma de Nolito.

Pero el Athletic que espera esta vez a los de Unzué ha perdido un punto de su magia, transita por la Liga con Europa a diez puntos y mucho tráfico de por medio y, quizás por el peaje continental y el cambio de ciclo en el banquillo, la regularidad está entre sus asignaturas pendientes. Un escenario similar al del Celta, pero con los vigueses sin Europa League de por medio.

El duelo de San Mamés llega tras el último parón de selecciones de la campaña y con los celestes mucho más castigados. Iago Aspas, Maxi Gómez, Pione Sisto, Lobotka y el Tucu Hernández, además del suplente Mazan, no pudieron entrenar con su equipo hasta ayer, mientras en Lezama el virus FIFA apenas rozó a Kepa e Íñigo Córdoba. Unzué aseguró ayer que a estas alturas los compromisos internacionales ya no afectan tanto a sus hombres y no condicionarán el once con el que el equipo jugará mañana, pero la falta de descanso y desconexión tampoco es la mejor consejera.

El entrenamiento de hoy servirá a Unzué para desvelar algunas dudas. Si no hay sorpresa de última hora, Daniel Wass recibirá el alta médica y volverá a ser de la partida mañana, mientras que el caso de Rubén Blanco está más en el aire. El técnico desveló que las sensaciones del portero varían de un día para otro y hoy decidirán si entra o no en la convocatoria. Si el de Mos causa baja, Dani Sotres se sumaría a la expedición a Bilbao.

Unzué desveló que todos los internacionales habían regresado a A Madroa en buen estado físico y con buenas sensaciones tras sus compromisos con sus selecciones, pero Pione Sisto dio el susto de la mañana al recibir un golpe durante el entrenamiento. Comprobar si Unzué apuesta por el danés o por Emre Mor para el costado izquierdo es una de las dudas de cara a la contienda. Wass se da por hecho que regresará al centro del campo y Lobotka y Tucu Hernández tienen muchas papeletas para asentarse en la medular. El eslovaco, porque es muy del gusto de Unzué ,y el chileno por su envergadura. Maxi Gómez y Aspas serán las referencias ofensivas de un Celta que volverá a contar con Sergio Álvarez bajo palos.

El Cuco Ziganda no podrá disponer para la contienda de Yeray ni Mikel Rico, con lesiones musculares, mientras que Iker Muniain recibió el martes el alta médica y podría reaparecer ante los célticos después de medio año parado por una lesión de rodilla.

Más allá de las bajas de los leones, Unzué vaticina un partido disputado frente a un rival con alternativas y que a lo largo del curso ha recurrido a un 4-1-4-1 con Williams en punta y a un 4-4-2 en el que Raúl García y Aduriz, una auténtica pesadilla para los célticos, han sido las referencias en ataque. Sea cual sea el planteamiento rival, el Celta intentará jugar lejos de su portería y reencontrarse con el gol.