
En los dos últimos partidos el centrocampista ha tenido una enorme incidencia en el equipo
02 abr 2018 . Actualizado a las 23:19 h.Pasó de ejercer de piedra clave en las transiciones del Celta de Berizzo a vivir una temporada irregular en la que ni su rol en el equipo ni su función sobre el terreno de juego están muy claras. Por qué no tiene más oportunidades el Tucu Hernández está siendo uno de los misterios de la campaña, sobre todo tras comprobar lo que aporta al grupo en contiendas como la de San Mamés o contra el Las Palmas.
Estos dos partidos son los ejemplos más recientes y palmarios de la trascendencia que puede tener el centrocampista en el entramado celeste. En Bilbao salió desde el banquillo y sirvió de revulsivo al fútbol que desplegaba su equipo y al marcador, mientras contra los insulares fue de la partida. El internacional con Chile, al que costó casi una temporada tomar la medida al Celta y a la Liga, tiene entre sus cualidades un físico privilegiado para poner contundencia y peso en la medular, pero a la vez ve el fútbol con clarividencia a la hora de dejar atrás la fase defensiva, conectar con los hombres de arriba y generar acciones de peligro.
Por lo general, Hernández aporta en el puesto que le asignen, pero esta campaña no está logrando ni continuidad en los minutos ni en su rendimiento. Cuando tuvo la oportunidad de salir de cara su juego no brilló como lo hacía antaño, quizás por no tener clara su función o por no encajar en un Celta que a estas alturas sigue dando sensación de que en muchas fases no sabe a lo que juega, o quizás por falta de confianza.
El argentino arrancó la pretemporada más tarde que sus compañeros debido a los compromisos internacionales y tardó cinco jornadas en subirse al carro de la titularidad. Durante la primera parte de la temporada fue asiduo en el once, pero desde que se superó el ecuador ha estado tres partidos viendo el fútbol desde el banquillo, uno lesionado, ha sido sustituto en tres duelos, sustituido en otro más, y únicamente ha jugado completas tres contiendas. Muchas idas y vueltas para un futbolista que de la mano de Berizzo brilló especialmente por la confianza que le trasladó en todo momento el entrenador. Puede que lo que le falta.