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El técnico del Celta admite que se ha perdido una opción importante, pero defiende que ir a Europa «aún es factible»
14 abr 2018 . Actualizado a las 21:13 h.Juan Carlos Unzué reconoció que le Celta dejó escapar en Butarque una gran oportunidad de acercarse a Europa. «Han llevado el partido a donde querían, no nos han dado opción de presionar arriba, nos han llevado a nuestro campo y han sido mejores», reconoció el navarro en una primera valoración. Comentó que con la entrada de Maxi por Brais buscaba jugar en campo rival «sin tanta combinación, de manera más directa» con la idea de «igualar fuerzas», algo que no llegaron a lograr en lo que al resultado se refiere.
«Hemos perdido una opción clave, importante. Veníamos de un buen partido contra el Sevilla y los cuatro de delante se enfrentaban entre ellos. Era una ocasión de ponernos cerquita de ellos», admitió el preparador del Celta. Pero añadió que también pueden buscar un enfoque positivo: «Hemos perdido una jornada, pero solo estamos un punto más lejos en la clasificación», indicó.
Cuestionado sobre si existe un problema de actitud, lo rechazó de manera rotunda. «Ni mucho menos. Lo que nos hacía falta para contrarrestar al Leganés era fútbol y confianza. La actitud no se mide solo por la agresividad, se mide por la valentía, capacidad, confianza de hacer tu juego y desgraciadamente no hemos sido capaces de sacar ventaja y desorganizales para hacerles daño», reflexionó. En cuanto a la crisis a domicilio, apuntó que en la primera vuelta fue al revés. «A veces no sabes a qué se debe. La realidad es que la intención es la misma fuera y en casa».
Unzué no ocultó tampoco que aunque no pensaba a priori que se tratara de un desplazamiento fácilt tampoco esperaba «esa sensación de que el rival fuera tan superior durante gran parte del partido, por no decir durante todo». Pese a ello, Europa sigue siendo factible, aseguró. «Los puntos están en juego. Ya dije hace tres o cuatro jornadas que a los equipos de la parte media alta nos iba a costar sacar puntos y no solo a nosotros. Todo el mundo s ejuega mucho», dijo.
Además, Unzué cree que lo mejor que les podía pasar es jugar el martes, aunque sea frente al Barcelona. «Es un partido en el que el entrenador tiene poco que decir en lo motivacional o de llegar bien al partido». De todas maneras, no cree que al rival le vaya a afectar la proximidad de la Copa. «Están acostumbrados a jugar miércoles y domingo, son ambiciosos y no les va a influir. Puede condicionar una alineación pero tienen 23 jugadores de un nivel altísimo. Será difícil de doblegar, pero tampoco van a venir cómodos a Vigo porque saben lo que se van a encontrar».
Como en otras ocasiones en Vigo, Unzué discrepó de la idea de que el Celta esté siendo irregular. «Eso es cuando alternas cinco victorias y luego cinco derrotas. No hemos perdido dos partidos seguido en todo el año. Nos llevamos golpes, pero no son tan duros como para que el equipo se caiga. No es la palabra correcta», argumentó. De haber logrado más rachas como la de enero, defendió, estarían peleando «por la cuarta o la quinta plaza y no por la séptima». «Tenemos el equipo que tenemos y estamos peleando por nuestro objetivo máximo».
En cuanto a Emre Mor, no quiso poner el foco en él. «Se le ha visto con ganas de querer hacer las cosas bien, pero le puede la frustración», dijo. En todo caso, subrayó que no era un partido fácil para él. «No debemos centrar la atención en él», finalizó.