Kevin regresa siete años después

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

Xoán Carlos Gil

El lateral de Nigrán, la tenacidad en persona, vivirá su segunda pretemporada tras el precedente del 2011

15 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Siete años después, Kevin Vázquez Comesaña (Nigrán, 1993) regresará a una pretemporada del primer equipo. Entonces era juvenil de tercer año, el Celta militaba en Segunda y Melgaço era el refugio estival de los celestes. Ahora todo será distinto. Para comenzar, el canterano lo hará como integrante del primer equipo a todos los efectos después del anuncio de un club que durante este largo intervalo ha dado un salto espectacular.

«Estaba aquí para poder llegar al primer equipo y hubo momentos en que lo veía muy lejos. Pero seguía trabajando, intentando hacer las cosas bien. Sé que desde el club hubo gente que si no fuera por ellos no estaría aquí haciendo esta entrevista», comenta Kevin a los medios del club. Porque nadie (de los que han llegado) ha tenido un camino tan duro. El nigranés acumula nueve temporadas en el filial con unos números en el segundo equipo celeste solo a la altura de clásicos como Sergio, Richi o Goran Maric.

Por dos veces estuvo a las puertas del debut, pero nunca llegó a concretarse. Estuvo cerca en aquel verano del 2011 cuando Hugo Mallo estaba ausente por el Mundial sub-20 de Colombia, pero una huelga en el fútbol profesional le negó del debut. A principios de la pasada temporada el Celta se quedó sin Hugo Mallo y Roncaglia para el partido de Las Palmas, pero Kevin pasaba de los 23 años y ya no podía jugar con el primer equipo siendo futbolista del filial. Wass fue el recambio en aquel entonces.

A la tercera, espera que vaya la vencida. «Es un reto muy importante, el más importante de mi carrera. Estar en la plantilla del primer equipo de tu ciudad es muy ilusionante. Es un reto difícil de conseguir, pero me veo capacitado para pelearlo», asegura. Su meta no es hacer la pretemporada y buscar una cesión, sino pelear el lateral derecho con el capitán Hugo Mallo, una de sus referencias balompédicas: «Cuando llegué el dio el salto al primer equipo, desde siempre me fijo en él, el mejor lateral español que hay. Es el espejo don de mirarse cada día, tiene muchos partidos en Primera y es un referente».

Su acceso al primer equipo es la confirmación de que, a veces, la tenacidad mueve montañas. No es fácil repetir tantas temporadas seguidas en el filial e incluso rechazar una oferta de Segunda A, el verano pasado, pese a que Unzué no contó con él para hacer la pretemporada.

Ahora, esta campaña, todos se han tenido que rendir a su fútbol. Dueño de la banda derecha, con una incidencia descomunal en el juego y como líder absoluto del vestuario. Ni una lesión impidió que pudiese firmar un año casi redondo que definitivamente le ha abierto las puertas del fútbol profesional. «El Celta es un club que apuesta por la cantera, pero no regala nada. Es difícil dar el salto, de juveniles o el filial a Primera es el mayor salto que hay, enorme. Los canteranos se pueden mirar en Brais, en Juan o ahora en mí mismo y seguir peleando para conseguir ese objetivo que seguramente quieren». Él, como Hugo Mallo, Iago o Sergio, parecen el mejor ejemplo a seguir.

Juan Hernández: «Jugar con el primer equipo del Celta es un sueño hecho realidad»

Juan Hernández, que al igual que Kevin tendrá ficha del primer equipo el próximo curso, comentó al respecto que «no hay mejor premio que jugar en un equipo de Primera, y más siendo el Celta». Por eso afronta la oportunidad que se le ha presentado como «una alegría tremenda, con mucha ilusión y ganas».

Admite el atacante que ha sido «una sorpresa» y un sueño cumplido. Ahora promete, ante todo, trabajo. «Espero llega a principio de temporada aportando ilusión, ganas, intentar mostrar al entrenador mis cualidades y, a partir de ahí, sumar poco a poco y ayudar en lo que se pueda», dijo. Si puede ser marcando goles como en la temporada que termina, «mucho mejor», aunque incide en que en las cifras que le han convertido en pichichi del equipo han tenido mucho que ver sus compañeros.

El futbolista cree que este es el premio al esfuerzo «semana a semana para intentar afrontar los partidos los mejor posible». También está especialmente contento de que la oportunidad le llegue en Vigo. «Es un club profesional y humilde. Había estado en otros de Primera y la manera en la que trabaja el Celta es muy importante. Jugar con el primer equipo del Celta es un gran sueño», apunta.

Hernández también hace una valoración muy positiva en lo colectivo de lo que ha sido la temporada 2017/2018 para el filial en el que ahora él termina su etapa. «Nadie se esperaba conseguir el objetivo del play-off. Te queda el sabor de boca agridulce después de pasar la primera ronda y tener muchas opciones en la segunda, pero pese a ello la temporada es muy buena», añade.

Recordó que cuando nadie pensaba que pudieran conseguir meterse en la fase, lo lograron contra pronóstico. «Hemos trabajado día a día y ha sido gracias a eso que se ha hecho realidad. El trabajo da recompensa».