Otra campaña con colas en Balaídos

Míriam V.F. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Marcos Canosa

Aunque el club priorizó evitarlas, la supresión de la opción online las desencadenó un año más

19 jun 2018 . Actualizado a las 23:24 h.

Casi una semana después del lanzamiento de la campaña de abonados con la que el Celta pretendía reducir las colas a la más mínima expresión, estas recordaron a las de antaño. Varias decenas de personas guardaban fila ayer a primera hora para gestionar su carné al método tradicional, desechando la opción del cajero. Esta era la única que quedaba junto con las propias taquillas tras la supresión de la posibilidad online y de que se permitiera obtener también presencialmente las ventajas de las que de inicio estaban exentos quienes se decantaran por esa vía.

Al final, la imagen fue parecida a otros años. Gente de todas las edades resignada a aguardar su turno, pero convencida de marcharse de allí abono en mano sí o sí. Y lo cierto es que la espera fue larga. Aun con seis ventanillas abiertas, la hora al sol de media no se la quitaba nadie a la mayoría de los presentes. Y unos se tomaban lo sucedido con más filosofía que otros.

«Casi prefiero no opinar. ¡Es que fue un desastre!», introducía tímida Pili Fernández Moure. Pero luego esta abonada desde que iba con su padre hace más de 20 años se soltaba: «Yo quería hacerlo en taquilla y financiarlo, tenía esa idea. Vienes aquí, te explican que no hay descuentos y dices: ‘Venga, vale, pues por Internet’. Lo que no puede ser es que después de digan que al día siguiente, luego que al otro y te acaben haciendo volver aquí», lamentaba. Pese al enfado inicial, y a que entiende que debería haber habido desde el principio «más consideración con la gente mayor», no se le pasó por la cabeza no renovar: «Lo dices, pero al final los colores tiran más».

Comparte Ángel Novoa, como la mayoría de los consultados, que «deberían haber abierto todas las opciones con ventajas desde el principio». En su caso, además, hacer un cambio de grada y abonar a un nuevo miembro de la familia se le complicaba online. «Era un rollo, una movida. Me decían que la única manera de hacerlo era aquí, sin descuentos. Y me parecía una sinvergonzonería, una injusticia», valora. Es partidario de que haya «cuantas más opciones mejor», pero sin que supongan eliminar las de siempre.

Antonio Conde, con muchos años de socio a sus espaldas, prefirió también acercarse a Balaídos «como siempre». «Un par de personas me comentaron que también hubo problemas porque en Abanca no les hacían el descuento correcto con el recibo. Al final, hacer esta cola es lo más seguro», decía atribuyendo los problemas informáticos a una posible «avalancha que habrá bloqueado el sistema». Para Pablo Domínguez, de 16 años y que se iba a dar de alta, eso no es excusa. «Da un poco de sensación de decadencia. Un club como este debería tener otro nivel en todo esto», opinaba.

Entre los más molestos, Óscar Cerqueira, que se plantó delante del ordenador como un clavo el martes y miércoles sin éxito. «No va un día, no va el otro, comunicado del Celta, sigue sin ir y ahora te ves aquí. Estamos en el 2018, no debería ser tan difícil hacerlo online. Al final pagamos los de siempre. Si el Celta quería dar facilidades, no lo ha conseguido».

«Quería irme de aquí con mi carné, ¡a mí las cosas modernas no me van!»

Antonio Iglesias Herrero, Toni, jugador del Celta a finales de los años 50 y principios de los 60 - «44 partidos en Primera», recalca orgulloso- fue uno de los abonados que la semana pasada fueron a tramitar sus renovaciones a Balaídos. No sabía que no había descuentos e inicialmente, cuando se lo intentaron hacer saber, insistió en seguir con los trámites. Al final, empleados del club le disuadieron en vista de que iba a gestionar seis carnés y se marchó dispuesto a renovar los abonos en Abanca.

Ayer, tras el giro en la campaña, volvía a ser de los primeros en la fila. «Ya me voy con todo preparado, con los días del club y todo incluido, lo que yo quería en un principio, como tenía que ser», indicaba. Ese todo eran seis carnés de Tribuna: «Para mí, mi señora y mis nietos», desgranaba. Y dejaba claro que se había quitado un peso de encima: «Quería irme de aquí con mi carné. ¡A mí esas cosas modernas no me van! Mucho mejor así, me voy muy contento», exclamaba sonriente con todo en la mano.

Devoluciones

En la fila había también abonados que la semana pasada sí completaron los trámites sabiendo que se quedaban sin descuentos. Entre ellos, José Manuel Cobas: «Me llamaron del club el viernes y si no hubiera venido igual. Ha sido un descontrol terrible».