El capitán se muestra ambicioso en el inicio de su décima temporada en el primer equipo del Celta
13 jul 2018 . Actualizado a las 23:50 h.Para Hugo Mallo la meta del Celta para la temporada 2018/2019 está claro ya a golpe del mes de julio. «Marcaría el objetivo de Europa, no menos porque creo que estamos asentados, aunque tenemos que hacer méritos e ir con pies de plomo», indicó el capitán. Está convencido de que conseguirán «cosas importantes yendo de la mano club y afición» y percibe que se respiran «ganas, ilusión, hambre y ambición» dentro y fuera del club de luchar por algo que «se contagia» portantes,
El defensor percibe «similitudes con los métodos de Berizzo, algunos métodos son muy parecidos, aunque con matices» cuando habla de Mohamed. Confirmó que sabían que iban a trabajar duro en este inicio de pretemporada y está siendo así. «Sabíamos que venía un entrenador intenso, que quiere presionar, hacernos dueños de los partidos. Y para que eso suceda hay que prepararse. Los tres primeros días han sido duros, con poco balón, ahora ya lo usamos más», desgranó tras la segunda sesión a puerta cerrada de la semana.
Preguntado por los casos de Sergi y Jonny, Hugo elogió su «actitud y profesionalidad». «Es una situación rara, diferente, no me había vuelto a pasar desde mi primera temporada -con Edu Moya-. Es una decisión del club y hay que respetarla», dijo admitiendo que como capitán se le ha hecho saber la postura del Celta. «Solo puedo agradecer a esos compañeros su comportamiento, que está siendo increíble. Los tratamos como unos compañeros más porque lo son», añadió.
En cuanto a Iago Aspas, reveló que habló con él tras la eliminación de España del Mundial para felicitarle por su papel, decirle que «tuviera la cabeza bien alta», que estaban todos orgullosos de él y recomendarle que desconectara durante las vacaciones. Confía en verle en A Toxa, igual que no cree que vaya a haber «la desbandada de la que se habla todos los años». «Veo a la gente metida, no con ganas de salir. Cada año parece que vamos a quedar cinco y salen dos», sentenció. Sobre su caso personal, bromeó: «Solo me llama mi abuela para ver si estoy bien, no me llama nadie más».
Destacó que hay que respetar la decisión de Wass, y que aunque tanto él como el Tucu eran jugadores importantes, sigue Lobotka y seguramente vendrán más futbolistas para el centro del campo, aparte de que cuentan ya con Okay. Sin haber visto demasiado con balón a las nuevas incorporaciones, señaló que las sensaciones sobre Néstor y Yokuslu, a los que no conocía -a diferencia con Juncá, del que dijo que ya saben lo que puede dar-, son positivas. «Ha venido gente joven, con proyección, que se están integrando muy bien», celebró.
Mallo se refirió también al hecho de cumplir diez temporadas en el primer equipo. «Estoy contento e ilusionado, parece que empecé ayer pero me voy haciendo mayor y con ganas de conseguir algo grande con el Celta», finalizó.
