Otro año de 'Vacaciones en paz' y celtismo con Siareiros Dezaos

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

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Un grupo de niños saharauis que pasan el verano en Lalín acudieron a Balaídos gracias a la peña

19 ago 2018 . Actualizado a las 11:10 h.

Se ha convertido ya en una tradición. Un año más -y van ocho-, miembros de Siareiros Dezaos, con la colaboración de la Fundación Celta, llevaron a Balaídos a un grupo de niños saharauis que pasan sus vacaciones en la comarca donde está radicada la peña. Son pequeños que residen en campamentos de refugiados en el Sáhara Occidental y que viajan a Galicia a través del programa Vacaciones en paz.

Dunia, Fatimetu, Mariam, Mehdi, Mohamed, Salem, Habib y Mohamed fueron los chavales que vivieron en directo el Celta-Espanyol, algo único para ellos. «Para eles é unha experiencia formidable ser partícipes dun evento deportivo así, nun estadio desas dimensións que non poden disfrutar onde eles viven. Failles una ilusión tremenda», cuenta Pablo Romeo, peñista de Siareiros Dezaos que coordina esta iniciativa.

Recuerda que Vacaciones en paz está pensando como una oportunidad para que los pequeños, al tiempo que huyen de las temperaturas de hasta 55 grados que se alcanzan en estas fechas en su lugar de residencia habitual, realicen un intercambio cultural. En esa parte entra su visita a Balaídos, pero hay otra fundamental, que es que puedan someterse a revisiones sanitarias en unas condiciones inaccesibles para ellos en el Sáhara.

La peña lalinense siempre ha estado muy vinculado a la causa saharaui debido a la gran tradición que hay en la zona de acoger niños de esa procedencia durante la época estival. «O pobo saharaui segue a esperar unha solución da comunidade internacional para poder vivir no seu territorio. É un conflito de 43 anos e agardan que se resolva para regresar ás súas casas», incide Pablo.

En todos estos años, Siareiros Dezaos ha inculcado el celtismo como parte de esas Vacaciones en paz a muchos pequeños saharauis. Uno de los casos más significativos es el de Lehbib Brahim, que se convirtió en gran aficionado a raíz de pasar varios veranos en Lalín.