Un futbolista completamente distinto en el que verse reflejado

Bambino Etchegoyen

GRADA DE RÍO

CARLOS BARRIA | REUTERS

12 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Maxi Gómez y Cristhian Stuani han seguido caminos diferentes en sus carreras, pero a la vez hay puntos de conexión. El primero de ellos es que ambos son fruto de importantes clubes formativos de Uruguay que trabajan muy bien la cantera. El actual futbolista del Girona procede del Danubio, del que ha salido más de un jugador que conocen bien en España, como por ejemplo Rubén Sosa. Y el hoy jugador del Celta es producto de Defensor, otro club que trabaja a la perfección las formativas.

A partir de ahí, los caminos han sido distintos, mucho más rápido en el caso de Maxi, que se fue para España con 20 años, triunfó marcando muchísimos goles y ya no tuvo que esperar más para ser llamado por la selección de Uruguay. Stuani se fue primero cedido del Danubio a Bellavista, volvió a su club, de ahí se fue a Italia, a la Reggina, y no fue hasta que dio el salto a España, ya con 26, en el 2012, cuando Tabárez contó con él para la selección. Pasó por tres o cuatro clubes, volvió a Inglaterra y no fue hasta el año pasado, ya en el Girona con 31 años, cuando consiguió sus mejores números.

Además, son futbolistas con características completamente diferentes por más que los dos sean goleadores. Cristhian destaca por su corpulencia y su estatura, y por eso ha sido utilizado por el seleccionador uruguayo como un hombre que puede pelear todas las pelotas por arriba para tratar de generarle balones de gol a Luis Suárez o a Cavani, con los que habitualmente le ha tocado formar dupla. Maxi, si bien también puede asistir, es un futbolista mucho más del estilo de Suárez: tiene el arco entre ceja y ceja, es un goleador empedernido que en cuanto toma la pelota ya tiene la portería como meta. Además, mientras su compañero de selección es alto y flaco, Maxi es más retacón, pero con una corpulencia importante.

Son futbolistas que pertenecen a generaciones diferentes, ya que les separan diez años. Pero aunque Maxi siempre habla de Suárez como su ídolo, seguro que Stuani también ha sido otro espejo en el que se ha visto reflejado cuando pensaba dónde quería llegar.