Las soluciones se deben buscar manteniendo la identidad

Julio Álvarez-Buylla

GRADA DE RÍO

Xoán Carlos Gil

03 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

De inicio todos compartimos la idea de Mohamed: Mejorar el balance defensivo de un Celta que en las últimas temporadas había mostrado un buen nivel ofensivo, pero que se había visto lastrado por las dificultades en el balón parado, en el juego aéreo, en las transiciones y en la capacidad para cerrar los partidos en los que se situaba en ventaja. Pero trabajar para fortalecer las debilidades del equipo no puede implicar debilitar las hasta ahora fortalezas. El Celta está tan preocupado en neutralizar a sus rivales que lo ha antepuesto a sacar lustre a sus virtudes. Tan preocupado por defender, que en los últimos partidos cada vez tiene menos presencia en el área rival.

El Celta parece estar perdiendo la identidad demostrada en los últimos años y lo que es peor, hasta ahora lo ha hecho sin mejorar sus prestaciones defensivas.

Mohamed en estos siete partidos ha demostrado sus puntos fuertes (flexibilidad táctica, exigencia, compromiso del equipo, capacidad de reacción,…) pero también sus decisiones más discutibles (jugadores fuera de su posición natural, falta de definición de un modelo de juego propio, miedo a encajar,…) Todo lo que hacemos los entrenadores se transmite al equipo, no solo las palabras sino también los hechos, y estos en los momentos clave han transformado una identidad atacante y en ocasiones temeraria en una conservadora y en ocasiones temerosa.

EN POSITIVO

Defensa del balón parado

El Getafe lanzó hasta nueve córneres y numerosas faltas laterales. La defensa combinada y retrasada de los celestes ante este tipo de acciones funcionó y se mostró segura. Los visitantes prácticamente no inquietaron.

el mejor

Sergio Álvarez

Si el Celta sumó un punto el lunes, fue en gran medida por las intervenciones clave de Sergio en dos momentos donde el marcador estaba igualado. Primero salvando a bocajarro un tiro de Amath y a falta de 5 minutos para el final rechazando a córner un disparo de Ibáñez.

LA CLAVE

Faltó plan B en ataque

Los vigueses se prepararon para iniciar en combinativo con apoyos por dentro y los medios centros ofreciéndose para buscar el balón, pero se encontraron con el planteamiento atrevido de un Getafe que posicionó al equipo en bloque alto, acumulando jugadores en campo contrario, presionando y anulando el juego combinativo desde la fase de iniciación. En ese momento el Celta pareció no tener un plan B y recurrió a iniciar juego con balones largos sobre Maxi sin proteger la segunda jugada, que la mayoría de las veces caía en las botas de los rivales. Esto se acentuó en la segunda parte, en la que, con Maxi como jugador más adelantado en campo propio y todo el Getafe en el rival, no tuvo la pausa necesaria para buscar un buen pase de seguridad con el que iniciar las contras y obligar al rival a protegerse.

CAMBIOS DE POSICIÓN

Optimizar el rendimiento del jugador en su posición natural

Desde el comienzo de la temporada el Celta ha realizado continuos cambios de posición en los jugadores que no potencian sus virtudes y provocan una aportación menor al equipo. Brais jugando en la derecha gana la posibilidad de asociarse por dentro, algo que no puede hacer por la izquierda. Roncaglia rinde mejor en el centro de la defensa que en el lateral, Hugo Mallo es un magnífico lateral que jugando por delante pierde la capacidad de sorprender, Lobotka escorado a banda izquierda, Pione por dentro de media punta, Júnior de carrilero… En el fútbol todo es opinable y la polivalencia es un factor importante, pero tal vez todos estos cambios en esta fase de construcción del equipo perjudiquen más que ayuden.

DINÁMICAS

Influenciados por las altas expectativas

El comienzo puso el listón alto. Resultados y declaraciones generaron unas expectativas en la afición y al entorno que probablemente haya llegado al grupo. Estas expectativas y la necesidad de mejorar en defensa ha sido algo que se ha repetido muchas veces. Pero esto puede generar unos efectos secundarios que se pueden volver en contra. Los resultados crean las dinámicas y las dinámicas influyen en la autoconfianza del jugador. Contra el Valladolid el Celta no pudo, contra el Valencia lo intentó y contra el Getafe se bloqueó dando una imagen que no se corresponde con la calidad del equipo.