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Mohamed llegó al Celta con un aire fresco pero tres meses largos después su crédito está muy tocado
15 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Antonio Mohamed cumple 100 días como entrenador del Celta, tiempo suficiente para pasar de la ilusión que despertó su fichaje y su discurso a las dudas que entraña el juego, su obcecación por corregir el déficit defensivo llevándose por delante parte del ADN del equipo y los resultados cosechados bajo su batuta. El argentino, que esta tarde, y tras una semana de ausencia retomará la dirección del equipo, afronta la efeméride en la antesala de recibir al Alavés en un partido que podría marcar en cierta medida su futuro. Cinco jornadas sin ganar, acompañadas de un pobre juego, parecen demasiadas.
SU DESEMBARCO
Un discurso ambicioso y un aire fresco necesario
Cuando a finales de mayo se hizo oficial que el Celta fichaba a Antonio Mohamed para sustituir a Unzué en el banquillo, muy pocos sabían de la vida deportiva, como futbolista y entrenador, del Turco. Pero desde el primer momento apostó por un discurso ambicioso, situando la clasificación europea como el mínimo a conseguir y elogiando una y otra vez el nivel de la plantilla céltica. Después de un año plano y deprimente, su aparición y sus palabras sonaban a aire fresco.
EL VERANO
Una pretemporada sin victorias
Pero los problemas del Celta, casi todos ellos conocidos, no tardaron en aflorar. El equipo cerró la fase de preparación sin saborear el triunfo (dos derrotas y tres empates en las cinco citas previas disputadas) y con el agujero defensivo saliendo a la palestra una vez más (solo un partido sin encajar) aunque para entonces ya había probado con la defensa de cinco unidades, un recurso que parecía extinguido.
EL ARRANQUE
Siete puntos para disparar las expectativas
El desembarco de Mohamed en la liga no le pudo ir mejor: Siete puntos de nueve posibles y victoria sobre el Atlético de Simeone, amigo y referente del hoy entrenador del Celta. Apostando en los dos partidos ganados por una defensa de cinco futbolistas.
EL DESENGAÑO
De parón a parón sin una victoria
El último triunfo del Celta data del 1 de septiembre. Desde entonces los vigueses han perdido dos partidos y empatados tres, con un pobre juego en la mayoría de los duelos. Estos tres puntos de 15 posibles han supuesto que Mohamed empeore los números de su predecesor a estas alturas de campeonato.
SIN IDENTIDAD
El equipo carece de una línea de juego
Más preocupante que los resultados es la línea de juego. El equipo ha dejado de ser protagonista en la mayoría de los partidos, abusa del pelotazo y no corta la sangría defensiva. Además, existe el convencimiento de que el entrenador no le está sacando el rendimiento adecuado a una plantilla de muchos quilates.
el discurso
Obcecado con corregir el déficit defensivo
Desde el primer día el entrenador argentino ha basado gran parte del éxito en rebajar la cifra de goles encajados. Si el curso pasado fueron 60 en contra, dejarlo en el medio centenar. Pero casi todos sus intentos han sido erróneos. El equipo solo mantuvo la portería a cero en una ocasión y en los últimos cinco partidos la media de goles encajados se ha disparado hasta los 1,8 por contienda.
EL ONCE
De repetirlo en tres jornadas a cambiarlo siempre
El entrenador argentino comenzó con una idea clara en cuanto a protagonistas, ya que diez jugadores repitieron en el once las cuatro primeras jornadas, pero tras la derrota de Girona ha ido de experimento en experimento sin terminar de encontrar la ecuación perfecta. Lo mismo sucede con los dibujos y sus matices: cinco en ocho partidos.
IDEA
Menos combinación y menos ocasiones
El fútbol del Celta ha ido menguando en cada partido. Después de ocho jornadas, lo mejor en cuanto a construcción llegó en la recta inicial ante el Valladolid, pero el equipo no fue capaz de sostenerlo. Todo lo demás han sido impulsos, con mayor o menor fortuna, pero sin una línea de juego definida.
FUTBOLISTAS
Gente fuera de sitio
Mohamed no ha construido el equipo alrededor de piezas básicas como Iago Aspas o Lobotka. El moañés lleva cinco goles y sigue siendo el gran sustento (con Maxi) pero no está cómodo en ese baile entre el flanco derecho y el pasillo interior. El eslovaco juega más adelantado y ya ha protestado públicamente. Brais también sufre en la banda derecha. Le falta acomodar la idea a las piezas.
PREPARACIÓN DE PARTIDOS
Conocer la liga
Antonio Mohamed reconoce que está conociendo la liga y los rivales sobre el terreno. Por ejemplo, se esperaba a un Valencia que atacase (algo difícil con Marcelino en el banquillo) y preparó el partido para defender y después tuvo que modificar el guion en el descanso. En los cambios aplica la lógica más simple: si pierde mete a un hombre de ataque y si gana a un defensa para reforzar la zaga.
EL FUTURO
Dos partidos en casa que pueden ser clave
El entrenador del Celta se mueve ahora entre el margen de confianza y las dudas que suscita su proyecto, una ambigüedad que seguramente quedará decantada tras los dos partidos que el Celta afronta ahora en casa de un modo consecutivo ante Alavés y Eibar. Si el equipo saca los encuentros adelante de un modo convincente todo seguirá su curso normal. De lo contrario, podrían peligrar los 200 días.