Con la sombra de alerta del director general en la previa, Mohamed empezó a despedirse en la sala de prensa de Balaídos: «Espero estar el lunes». La señal de quien aguarda la orden para recoger la petaca. Tony ya se había marchado un poco antes. Cuando retiró del campo a Beltrán, dejando la zona ancha en pelotas, a cambio de un desheredado Emre. El peor cambio táctico visto en tiempo. «No tengo claro qué posiciones hay que cubrir» confesaba un mes antes de empezar la competición. «No jueguen, balón directo», les dijo a los suyos en el descanso con ventaja ante el Getafe. Hasta el pelotazo tiene su arte. El galés Pulis, que también se llama Tony, dejó lección con aquel Stoke que llegó a plantarse en la final de la FA Cup exprimiendo el fut-rugbi durante cinco memorables temporadas. «Estoy tratando de comprender qué quiere Mohamed de mí» reconoció Sisto la semana pasada. Nos pasa a todos, Pione. Pero me temo que se le ha hecho tarde ya.