El canterano repasa junto a su familia su trayectoria deportiva
10 dic 2018 . Actualizado a las 21:10 h.El céltico Rubén Blanco, junto con su familia, repasa en un reportaje realizado por su agencia de representación su trayectoria desde antes de llegar al Celta -procedía del Santa Mariña- y su evolución en este tiempo. «Uno juega donde quiere, siempre he querido estar aquí y estoy contento», proclama el canterano, que se muestra «súper agradecido» a la entidad viguesa y a la afición. «Somos la parte visible, pero tenemos mucha gente detrás que nos ayuda en los malos momentos», recuerda.
Para Rubén el Celta es «como una familia» donde siempre ha «querido estar» y asegura sentirse «muy reconocido». «Creo que las cosas se han hecho bien desde muy atrás, no es casualidad. No creo en la suerte, puede salirte una buena temporada, pero la suerte se consigue con trabajo», dice antes de recordar que los últimos éxitos del club vigués se han cimentado en gente de la casa. «Con la cantera se ha conseguido ser un equipo consolidado en la categoría o llegar a una semifinal de Europa League con gente que cinco años antes jugaba en Segunda, la misma que ascendió al equipo. Ahí está el secreto de por qué funciona bien el club y por qué yo creo que somos referentes para muchos clubes».
Admite el mosense que «es importante jugar partidos, y más siendo portero», pero incide en que tiene metas a largo plazo. «La primera y más importante para mí es jugar, tener continudiad y disfrutar del fútbol», profundiza. Con su abuelo Abilio Veiga recuerda sus inicios en el Santa Mariña. «Como non me vou acordar de levarte e traerte, saía antes de traballar no concello para collelo no colexio, paseino mal», dice antes de que los dos coincidan en que «mereceu a pena».
Sus padres recuerdan su debut con el primer equipo «de forma inesperada» y en «un partido antológico». Ellos iban a ir, pero finalmente les tocó vivirlo desde casa. «Con 17 años tuvo que suplir a Javi Varas por la lesión en el hombro y fue el debut soñado. Después con la permanencia del 4 % frente al Espanyol, que fue una alegría y una sensación rarísima», añade.
El propio Rubén recuerda también aquellos inicios. «Sergio y Javi estaban los dos lesionados y las cosas salieron bien, mejor de lo esperado. Fue una experiencia que en mi vida se me va a olvidar, siempre digo a la gente cercana que fue como ganar un título», expresa. Aquello fue para Rubén «uno de los mejores momentos» de su carrera «por el debut, la manera, la salvación y porque fue importante para el club, que a partir de ahí fue todo más fácil» y comenzó la consolidación.