Una visita a Europa como retribución

Xosé Ramón Castro
X. R. Castro VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

XOAN CARLOS GIL

El Celta, con el mismo once, busca un tercer triunfo consecutivo que le permita dormir en el sexto lugar

14 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En el fútbol del blanco al negro no hay ni un paso y las escalas de grises difícilmente existen. Hace tres semanas, después de la derrota de Anoeta en el debut de Cardoso, el Celta lucía un luto riguroso, de los pies a la cabeza, y con el descenso en el retrovisor. Dos partidos con otras tantas victorias después, el celeste vuelve a relucir con todo su esplendor y los vigueses miran de cerca las posiciones continentales formando parte de la densa caravana actual. Tanto, que una victoria esta noche le permitiría dormir en puestos europeos a expensas de cómo se desarrolle el resto de la jornada durante el fin de semana.

Pero para alimentar ese blanco el Celta necesita seguir sumando y por primera vez en toda la temporada y en los últimos diez meses tiene la oportunidad de encadenar su tercera victoria consecutiva ante un Leganés que llega a Vigo en un buen momento, tomando distancia con respecto a la zona roja (tiene tres puntos menos que el Celta) tras una racha de cinco partidos sin perder con tres empates y dos victorias, la última abultada, en su salida a Valladolid.

El paso del negro al blanco, al menos de momento, tiene nombres y apellidos definidos, porque de la paleta de Cardoso siempre han salido los mismos protagonistas, que alcanzaron su mejor tonalidad del curso en los 70 minutos iniciales de Villarreal, jugando con trazo definido, con las ideas claras y con la valentía de un equipo que quiere ser protagonista en cualquier escenario.

Porque aunque Lobotka vuelve a la lista de convocados tras un mes parado en medio nada indica que el entrenador luso vaya a cambiar la sala de máquinas en donde Okay luce cada día más galones y Jozabed parece asentarse. Eso sí, el nuevo técnico se deshizo en elogios para el eslovaco, que podría tener minutos en función de una contienda que se presume trabada.

El partido del Leganés es el momento de confirmar la versión del tramo inicial de El Madrigal. Con Pellegrino en el banquillo, los madrileños negarán todos los espacios y a través de la presión buscarán su oportunidad a la contra. Un panorama incómodo y una prueba de madurez para el Celta. Un desafío distinto al vivido el sábado pasado según admite su propio entrenador.

El problema para el conjunto pepinero es que no podrá contar con un futbolista fundamental como el mediocentro Rubén Pérez, quien fue expulsado por roja directa la semana pasada y que se perderá el partido pese a la lucha que mantuvo el conjunto pepinero en los despachos. Por acumulación no estará Allan Nyom, otro de los miembros del clan del centro del campo.

A mayores, el duelo presenta un reto más para el Celta: ganar con Munuera Montero de árbitro, uno de los asuntos pendientes. Uno de los seis episodios de su leyenda negra lo protagonizó en el debut del Leganés en Primera en Balaídos. Hoy vuelven a encontrarse las tres partes.