Gaizka Garitano para revivir a un Athletic que se hace mayor

X.R. Castro VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Javier Zorrilla

Los vascos viven un año de cambios institucionales lastrados por la falta de relevo generacional

07 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El Athletic y el Celta de los últimos tiempos tienen ciertas similitudes, con proyectos ambiciosos y con cambio de entrenador por la vía rápida. Pero las diferencias también son ostensibles: el cuadro vigués puede conectar con el tren que conduce a Europa y los vascos tienen como primer objetivo huir de la zona de descenso, aunque quizás la diferencia primordial está en la media de edad de las dos plantillas. Ni el Athletic, un equipo único en el mundo, resiste al paso del tiempo.

Institucional

Un año marcado por los cambios

El Athletic estrena presidente en Vigo. Aitor Elizegi (Bilbao, 1966) ganó las elecciones por un estrecho margen y, con tan solo un 46 % de participación, al candidato oficialista y chef le corresponde ahora cocinar el equipo del futuro en un momento de máxima dificultad. Durante los últimos días han sido constantes sus visitas a Lezama.

Banquillo

Gaizka Garitano no conoce la derrota

Tres partidos de liga y cinco puntos es el bagaje de Gaizka Garitano desde que se hizo con las riendas del primer equipo tras un acertado pase por el Bilbao Athletic. El que fuera mediocentro de CD Ourense en su época como futbolista (además de profesional con Eibar, Real Sociedad y Alavés) ganó en su primer partido ante el Girona por la mínima y a continuación empató en Vitoria y en casa ante el Valladolid. Con Gaizka el equipo ha vuelto al juego más directo tradicional y busca más las bandas.

Económico

230 millones de traspasos en seis años

El problema del Athletic no es el dinero. Le sobra y en efectivo. Porque en los últimos seis años ha vendido por cantidades astronómicas a alguno de sus principales activos de la cantera: Kepa, Laporte, Javi Martínez y Ander Herrera, entre otros. El problema es que le falta mercado para abastecer su primera plantilla. La operación retorno de alguna de sus perlas es una de las pocas opciones posibles.

La plantilla

Los años no pasan el balde

Los inquilinos de San Mamés han sobrevivido a la Ley Bosman y al desembarco de jugadores foráneos desde la noche de los tiempos, pero cada cierto tiempo, más menos de década en década, entran en crisis por la falta de relevo. Es el precio de los años: Aduriz, un seguro de gol, tiene 37 años y los problemas físicos no le han dejado iniciar el curso con normalidad. Raúl García, uno de sus lugartenientes, ya cumplió los 32, Beñat tiene 31, Mikel Rico 34. Ante el Valencia los leones pusieron en liza un equipo con una media de 29,3 años en un día en donde Berizzo apostó por todos los veteranos.

La fábrica

Pocas soluciones desde Lezama

El Athletic cuenta con una veintena de ojeadores solo para Vizcaya y más de 150 clubes convenidos, un caladero que casi nunca falla para llevar a las mejores promesas a Lezama, pero la pócima no siempre funciona y en estos momentos falta un Muniain que vuelva a ilusionar.

ADN

Un equipo con recursos, pese a todo, y que nunca descendió

Y aunque el panorama se pinte sombrío, el Athletic siempre resurge. Su ADN combativo le convierte en un enemigo peligroso para cualquiera con independencia de su momento. Por empuje y por la calidad de sus futbolistas. Además, tres jornadas sin perder y la posibilidad de salir del descenso son motivación más que suficiente para un equipo que no conoce la Segunda división a lo largo de su historia. Un mal rival.