El arte de defender según Cardoso

x.r.c. VIGO

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

El entrenador luso pide un Celta más compacto, que no deje al adversario jugar por dentro, que niegue los espacios a la espalda y que lleve a los rivales a la banda

19 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El entrenador del Celta dio una clase magistral (teórica) de cómo tiene que defender un equipo después de que la retaguardia quedase retratada en el partido del viernes pasado en Vallecas.

«Hay cosas que tenemos que hacer mejor», comentó Miguel Cardoso a modo de introducción de su defensa perfecta: «Debemos estar compactos, no dejar que el contrario juegue por dentro, intentar lo más posible no darle nuestra espalda, intentar llevarlos fuera para presionarlos, que es más fácil y tener la solidaridad de comprender que cuando uno comete un error hay otro que puede ayudar, que las ayudas estén permanentemente en el campo también». Este fue el preámbulo de su exposición después de reconocer que «en los dos últimos partidos tuvimos errores defensivos, pero además tampoco tuvimos los niveles de agresividad arriba que habíamos tenido recientemente, y entonces tenemos que empezar por ahí».

Una de las reivindicaciones del técnico portugués para cortar la sangría defensiva (32 goles en una vuelta), es la reacción de los suyos cada vez que se queden sin el esférico. «Hay que ser muy fuertes en el momento que perdemos el balón, hay que parar lo más que podamos los ataques, hay que dar tiempo a nuestro equipo para que se reorganice en defensa para no ser cogido abierto y eso se hace con una reacción tras pérdida que debe ser fuerte», algo que desde su prisma habían conseguido desde su llegada y hasta el parón de Navidad.

La solución está en la organización: «Hay que tener una capacidad muy buena para reorganizarse y eso significa que hay que volver a la defensa en presión constante sobre el balón y con la intención de poner el mayor número de jugadores lo más rápido posible por detrás de la línea de balón. Ahí empieza verdaderamente el proceso defensivo. Muchos problemas de la defensa se resuelven con una buena transición defensiva».

Otro aspecto es saber leer el juego del contrario. «Hay que comprender muy bien el momento que el contrario tiene el balón descubierto y cuándo no, comprender muy bien cuándo achicar adelante o cuándo retirar espacio en la espalda, algo que nos ha hecho daño del 20 al 40 minuto ante el Rayo. Trabajamos sobre eso».

En su análisis de necesidades defensivas reclama también el entrenador del Celta «más la relación entre los jugadores que la línea», pasando a continuación a glosar la relación entre líneas defensivas: «Si hablamos de juego exterior es muy importante la relación entre nuestro extremo y nuestro lateral, cuando el extremo contrario está por dentro o por fuera, cuando el lateral rival está más arriba o más bajo, cuando el lateral entra por adentro o fuerza, cómo se cierra el corredor. Y lo más importante, evitar que el balón entre en el área grande, que haya centros».