El Celta, a salir del pozo a la primera

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

Los celestes, con los recuperados Costas y Okay como novedades y con Boudebouz en la lista, buscan oxígeno fuera del descenso ante el Sevilla en una cita que puede ser definitiva para Miguel Cardoso

02 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

En las dos últimas ocasiones que el Celta visitó los puestos de descenso salió de la zona roja al primer intento y esa es la premisa (con permiso del Rayo Vallecano) para recibir a un Sevilla que llega tocado por la eliminación copera pero asentado en la zona Champions. Para conseguirlo tendrá que desprenderse del síndrome Aspas (sin quien no ha ganado en sus últimas once ausencias) y contará con la colaboración de uno de los recién llegados, ya que Boudebouz entró en la lista en una contienda en donde el puesto de Miguel Cardoso parece estar en juego. Cinco derrotas consecutivas, tres remontadas seguidas de los rivales y un punto de los últimos 18 posibles son una mochila con demasiado peso si el luso no revierte la situación por la vía rápida.

Boudebouz y Lucas Olaza ya entrenaron con el resto de sus compañeros en la lluviosa sesión vespertina del viernes. El francoargelino entró en la convocatoria y podría tener minutos, mientras que el argentino tendrá que ver el partido desde la grada pese a que el celtismo pide a gritos un relevo en el lateral izquierda. Juncà tendrá otra oportunidad.

Pero la principal sorpresa para la final de esta noche la representa David Costas, que en teoría tenía para seis semanas por una rotura de fibras pero que en la tarde de ayer recibió el alta y se apunta a la batalla ante el Sevilla también. Cardoso asume que no está para 90 minutos, pero le necesita en un sistema de contención incapaz de frenar la sangría de goles. A esta tarea puede ayudar el también recuperado Okay, que con su vuelta debe dar consistencia al doble pivote. En teoría Lobotka será su pareja de baile para que Jozabed, que sigue gozando del favor del técnico luso, adelante su posición para conectar con un frente de ataque en donde Pione Sisto parece el único sacrificado con respecto a las contiendas anteriores.

La cita ante el Sevilla es la primera que vive el Celta en la zona de descenso, y falta por ver cómo va a reaccionar el plantel, aunque el entrenador sostiene que el equipo ha dado un paso al frente y que esta noche van a ofrecer su mejor versión espoleados por una afición que ha convocado un recibimiento masivo para empujar al equipo desde el momento de su llegada al estadio.

Los de Pablo Machín, que firman una buena temporada, tienen su talón de Aquiles en las citas a domicilio. Como visitantes en Liga no han ganado en las últimas siete salidas (desde septiembre en Ipurúa) con un balance de cuatro empates y tres derrotas, un dato al que debe aferrarse el cuadro vigués para intentar dar la sorpresa.

En los sevillistas repetirá medio equipo con respecto a la formación del pasado miércoles en la Copa del Rey en el Camp Nou y además, su fondo de armario parece no tener límites. Machín tiene mucho en donde elegir para intentar pescar en Balaídos, que debe considerarse territorio vedado si el Celta quiere sobrevivir.