Ernesto Vieito, el responsable de fisioterapia. «Es un tratamiento dedicado a la fisioterapia pero protocolizado para hacerlo después de esta lesión, incluso hay una serie de maniobras que se hacen antes de la inyección para intentar que la zona de la lesión tenga una situación ideal para que las células que se colocaron ahí tengan una funcionalidad lo más intensa posible», precisó.
¿Qué plazos se establecen?
La apuesta de los servicios médicos apunta a que el tejido se recupere lo antes posible «pero la biología es la biología» y la biología es la que dicta los plazos, de momento teóricos en función de la evolución. De entrada, la horquilla de la lesión «tiene unos mínimos de cuatro a seis semanas para recuperarse» pero serán las pruebas y los criterios los que abren una puerta a «modificar estos plazos en función de los resultados». De hecho, los propios especialistas del laboratorio especificaron que lo normal es acelerar los plazos pero que no siempre ocurre.