La primera piedra de la superviviencia

X.R. CASTRO VIGO

GRADA DE RÍO

El Celta aprende a sufrir y a cerrar su portería y arranca un punto de Mendizorroza

23 feb 2019 . Actualizado a las 21:09 h.

Puede que el Celta finalice la jornada en descenso (si gana el Villarreal en el Wanda) y que al equipo vigués le falte un mundo para respirar tranquilo, pero al menos puso la primera piedra de su plan de supervivencia en la élite. Definitivamente parece haber tomado conciencia de su situación extrema y apretó en defensa (hacía más de un año que no dejaba su portería a cero como visitante), murió en el campo e incluso tuvo alguna oportunidad ante un Alavés que es de lo más fiable en casa y que en el arranque del segundo tiempo puso a prueba a Rubén Blanco, que con dos paradores ratificó el trabajo defensivo de los célticos, que huérfanos de Aspas necesitan dar un paso adelante en ataque a partir de la solidaridad que exhibieron ayer.

El Celta saltó a Mendizorroza con la lección aprendida. Sabedor que en tiempos de crisis el estilismo resulta una mala compañía y que la única manera de sobrevivir era comportándose como lo que es en la actualidad, un equipo del furgón de cola que necesita puntos para sobrevivir. Por eso la defensa de cinco que tanto enervó a Cardoso fue su apuesta. El luso también apostó por primera vez por Jensen como titular, aunque fuera en la banda izquierda, y prescindió de dos intocables para él como eran Jozabed y Boufal.

Y en modo resistencia el primer tiempo no le fue del todo mal al equipo celeste. Controló al Alavés, que solo disparó en dos ocasiones entre los tres palos (un tiro lejano de Inui y una falta botada por Jony) y aunque no metió mucho miedo arriba, tuvo la ocasión más clara pero Juncà, después de ganar la línea de fondo, no se atrevió a disparar en el área pequeña y el lance acabó con un remate de chilena de Brais que no cogió portería. El único disparo céltico entre los tres palos fue un intento lejano y centrado de Maxi, incansable en el trabajo para que el 5-4-1 en el bloque defensivo fuese auténtico hormigón armado.

El segundo tiempo estuvo más abierto y alguna costura quedó al aire. Porque el Alavés dio un paso adelante en la presión e intentó robar en campo contrario. La apuesta le valió para disfrutar de las dos mejores ocasiones de la tarde. Una falta centrada de Jony que cogió portería y que desvió Rubén con una estirada y un remate, casi a bocajarro, de Maripán, el central chileno, que el portero de Mos neutralizó con una parada felina.

Los dos golpes provocaron la reacción desde el banquillo de un Cardoso al borde del ataque de nervios. El portugués, que se jugaba el puesto, dio oxígeno a los suyos con Beltrán por un Okay con problemas físicos desde el inicio y en la banda izquierda dio rienda suelta a la magia de Boufal. El parisino volvió a dejar el sello de su calidad, pero el fútbol colectivo sigue siendo un ente desconocido para él.

Aun así, una conducción suya fue el primer aviso para un Celta que a través del contragolpe envió otro par de recados. Uno de Brais y otro de Maxi Gómez que acabó en gol, pero en fuera de juego del charrúa en esta ocasión no admitía discusión. El 0-0 no invita a tirar cohetes pero parece el principio para poder edificar la permanencia aunque para redondear el círculo los celestes necesitan crecer en ataque. Ipurúa será la próxima estación en la matinal del próximo domingo.  

Ficha técnica:

0 - Alavés: Pacheco; Navarro, Laguardia, Maripán, Duarte; Brasanac (Wakaso, min. 74), Tomás Pina, Manu García; Inui (Rolan, min. 74), Calleri (Bastón, min. 80) y Jony.

0 - Celta: Rubén; Hugo Mallo, D. Costas, Araújo, Hoedt, Juncá; Okay (F.Beltrán, min. 63), Lobotka, Jensen (Boufal, min. 67); Brais (Jozabed, min. 92) y Maxi Gómez.

Árbitro: Del Cerro Grande (Comité madrileño). Amonestó con tarjeta amarilla a Navarro (min. 45), Duarte (min. 59) por el Alavés y a Okay (min. 54) y Hugo Mallo (min. 70) por el Celta.

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésima quinta jornada de LaLiga Santander, disputado en el estadio de Mendizorra en Vitoria ante 18.882 espectadores, unos cien del Celta. El japonés Takashi Inui cumplió cien partidos en Primera División.