Jugar contra el Real Madrid en el Bernabéu no es precisamente un buen termómetro para medir la temperatura de un equipo, pese a que el Madrid del sábado estuvo lejos de sofocar a su rival como antaño hacía en el Bernabéu. Se enfrentaron dos equipos que ya han consumido por dos veces el comodín del cambio de entrenador, dos equipos lejos de sus objetivos iniciales y sumidos en dinámicas negativas. 90 minutos después, las sensaciones sobre el campo no disiparon las dudas ni de celestes ni de blancos. El equipo necesita primero convencerse de que es capaz y luego transmitirlo. Contagiarse y contagiar la necesidad de sobreponerse y sobrevivir en Primera.
1 - LA CLAVE
Cuestión de tiempo
De inicio ambos equipos se replegaron, bascularon y se escalonaron como en un ejercicio táctico. Ambos ordenados pero sin hacerse daño, sin equivocarse y sin intentar provocar el error en el contrario, acompañando. Tras 45 minutos de intercambio el Madrid subió la línea de presión, abrió el campo buscando superioridad en las bandas y cambió algo el ritmo en las transiciones. Llegaron los avisos y la sensación de que el gol era cuestión de tiempo. Sin pausa en las contras el Celta no aprovechó los espacios del rival al replegarse y en una perdida en medio campo se gestó el gol blanco y con él casi el fin de la resistencia.
2 - COMPETIR
Una marcha más
Dicen que la necesidad agudiza el instinto y predispone a cuerpo e intelecto a un estado de alerta. Es por eso que las segundas vueltas se parecen tan poco a las primeras y es por eso que a medida que se acercan las últimas jornadas los equipos en situaciones de riesgo contraponen sus carencias con el instinto de supervivencia en la categoría que les da ese plus para ganar partidos. No se sabe si es que porque aún no nos creemos la situación en la que estamos pero mientras el resto de equipos reaccionan y son capaces de levantar partidos en los últimos minutos, los nuestros por ahora no han ofrecido esa marcha más que es tan necesaria.
3 -EN DEFENSA
Intensidad defensiva
Es cierto que no defiende mejor quién más faltas comete, pero cuando un equipo es intenso, presiona, busca anticiparse y defiende cerca del rival es fácil que haya contactos y que algunos sean considerados como antirreglamentarios. El Celta el sábado estuvo lejos del rival en todas sus líneas y eso se tradujo en 8 faltas en 90 minutos.
4-ESPERANZA
Leve mejoría
Si en algo podemos ser optimistas es que el equipo mejoró levemente a nivel defensivo y se vislumbró más orden y rigor defensivo. Kevin y Costas cumplieron fuera de su zona y abren la puerta a más alternativas defensivas. Rubén cada vez aporta más consistencia y Lobotka dio señales de volver a mostrarse como el jugador que conocemos. La próxima llegada de Aspas debe y tiene que ser el revulsivo anímico para un equipo que para cambiar su dinámica debe creer y transmitir que es posible hacerlo.
