Un punto sumado a base de solidez defensiva

M. V. F. VIGO

GRADA DE RÍO

Eduardo Candel Reviejo

El Celta no encontró la manera de perforar la meta del Leganés, pero sacó partido al buen rendimiento de la zaga

28 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El Celta sumó un punto en Butarque que el desenlace de la temporada se encargará de decidir si es bueno. De momento, encadenó su tercer partido consecutivo puntuando, cerró la semana de tres encuentros con cinco, pero también se le volvió a resistir la victoria a domicilio que tanto tiempo lleva persiguiendo. Se vio frente al Leganés un bloque seguro en defensa, pero sin apenas opciones para ponerse por delante ante un equipo que jugó sus bazas y que llega a este final de curso sin los apuros que viven los de Fran Escribá.

Once

Hjulsager, la gran novedad en el equipo titular

La gran novedad por la que apostó Fran Escribá para la visita a Butarque fue la presencia en el once de un Andrew Hjulsager que desde solo había sido de la partida una vez y en la jornada 13. Pero el valenciano optó por dejar en el banquillo a Boudebouz. La elección para suplir la ausencia por sanción de Okay Yokuslu fue colocar a Jozabed en el doble pivote al igual que en Cornellá desde que dio entrada a Pione Sisto. Además, recuperó la pareja de centrales formada por Cabral y Araujo, la que se ha revelado como la favorita del técnico.

Desarrollo

Todo en contra para el fútbol del Celta

El Celta no acabó de encontrar su fútbol en ningún momento durante la primera mitad del partido. Sin pasar ningún tipo de apuro en defensa, las opciones en ataque de los vigueses brillaron por su ausencia. Los celestes se encontraron con todo en contra: desde la propuesta del rival hasta un césped casi encharcado que dificultaba que pudieran materializar su idea. El Leganés optaba por los balones en largo y las transiciones rápidas para intentar buscar la portería de Rubén, algo que apenas ocurría. El Celta le pasaba lo mismo con la de Pichu Cuéllar.

Cambio

Una segunda parte más abierta y la portería a cero

En la segunda parte el partido se abrió un poco más y, aunque tampoco hubo demasiadas alternativas, sí alguna aproximación más que en el primer tiempo. La más clara del partido, una jugada que tuvo incluso que ser revisada por el VAR, fue para Iago Aspas, sacada en la línea de gol por un defensor del conjunto local. En esa misma acción hubo un probable penalti que también se descartó y además el moañés se hizo daño en un hombro. El equipo logró mantener la portería a cero, algo que no lograba desde el 0-0 al Alavés en la jornada 25.

Banquillo

Cambios en las bandas sin éxito 

Escribá movió banquillo para dar entrada a Ryad Boudebouz y a Brais Méndez, que reaparecía tras su lesión, en el lugar de Sofiane Boufal y Hjulsager. Apostaba por modificar las bandas en busca de más profundidad, pero los relevos no surtieron efecto y los futbolistas que entraron no mejoraron a los que habían iniciado el partido. El técnico no agotó los cambios y le quedó una sustitución por hacer.